"El Pibe" Valderrama, vigente en el mundo del fútbol después del retiro
Barranquilla (Colombia), 27 jun .- A Carlos "el Pibe" Valderrama, considerado el más grande exponente de la generación dorada del fútbol colombiano en las décadas de los 80 y los 90, la fama le ha trascendido aún después de su retiro.
Su carrera profesional duró 24 años y comenzó en 1980 cuando vistió la camiseta del Unión Magdalena, de su natal Santa Marta. Terminó en el 2004 con un partido de despedida en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla.
Recordado también por su prominente melena rubia, vistió las camisetas de los clubes colombianos Millonarios, Deportivo Cali, Independiente Medellín y Junior, así como de los estadounidenses Tampa Bay Mutiny, Miami Fusion y Colorado Rapids, así como del francés Montpellier y el español Real Valladolid.
En las canchas siempre demostró que para ser un crack no era necesario correr rápido ni saltar muy alto en los balones aéreos, sino que la clave estaba en poner a jugar a sus compañeros con sus pases precisos y una envidiable visión del juego.
Miembro de una familia de futbolistas de Santa Marta, entre los que están su padre "Jaricho", ya fallecido; sus hermanos Ronald y Alan, sus primos Didí Valderrama y "Fercho" González, "el Pibe" siempre dejó huella en los clubes donde jugó por su liderazgo y estilo de juego.
Es recordado, especialmente, cuando fue campeón de la Copa de Francia con el Montpellier y dos veces campeón del torneo colombiano con el Junior de Barranquilla. Asimismo lideró a la selección en los mundiales de Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998.
Tras colgar las botas, Valderrama tuvo un paso polémico por los banquillos, donde fue asistente técnico del Junior y fue suspendido por 10 jornadas tras mostrarle a un árbitro un billete de 50.000 pesos, el de mayor de denominación de Colombia en ese momento, en una discusión.
Tan recordadas como sus jugadas y pases milimétricos son los comentarios de "el Pibe", que sigue expresándose sin tapujos cuando toca hablar de cualquier tema, pero especialmente de fútbol.
"Desde antes de colgar los guayos (botas) como profesional tenía claro que después del fútbol la vida continuaba y por eso sigo mi vida como cualquier persona", afirmó Valderrama a Efe.
El exjugador aseguró que sigue vinculado al fútbol con "un equipo en Barranquilla, categoría sub'17".
"El próximo año vamos a abrir la categoría sub'15 y además tengo mis negocios personales, porque de algo hay que seguir viviendo", señaló.
Valderrama, quien a sus 56 años sigue luciendo la misma abundante y ensortijada cabellera rubia que lo caracteriza desde su adolescencia, es un invitado permanente a actividades benéficas en todo el mundo.
En las calles de Barranquilla, donde vive, "el Pibe" nunca pasa inadvertido y desde los más chicos hasta los ancianos le siguen para pedirle autógrafos o que se haga fotografías con ellos, a lo que nunca se niega y por el contrario, como él mismo dice, "agradece el cariño y el reconocimiento" de la gente.
En los últimos años se ha dedicado a comentar el deporte a través de su canal de Youtube y suele aparecer en campañas publicitarias.
Y aunque la gran mayoría de los jóvenes de hoy no disfrutó viendo de la magia de su juego, todos saben quién es ese rubio que comenzó pateando el balón en una cancha de arena del barrio Pescaíto, uno de los más pobres de su natal Santa Marta y que está en Rusia para apoyar a su selección. Icónico fue el abrazo junto a su amigo y excompañero Higuita, en el palco del estadio de Kazán, durante la goleada de Colombia a Polonia.
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