Hiddink levanta el ánimo a los rusos

Moscú, 28 jun .- El holandés errante Guus Hiddink es una institución en Rusia. No es para menos. Llevó a su selección al mayor logro de su breve historia futbolística: las semifinales de la Eurocopa de 2008. Por eso fue recibido este jueves como un héroe por los futbolistas rusos.

"¡Es Guus, es Guus!", comentaban emocionados los jugadores y también los reporteros rusos cuando el técnico y actual comentarista televisivo compareció de imprevisto en el entrenamiento del equipo nacional en las afueras de Moscú.

Fue saludado con especial efusividad por el seleccionador, Stanislav Cherchésov, y por los cinco futbolistas que aún quedan de aquel histórico equipo, en especial por Serguéi Ignashévich, el abuelo de la selección a sus casi 39 años.

Hiddink felicitó en inglés a los futbolistas rusos por la clasificación para los octavos de final y les elogió por haberlo hecho "muy bien hasta ahora", aunque reconoció que eso fue "algo inesperado" para él.

En lo que pareció toda una arenga, les dijo que "en las calles de Rusia están todos locos" con la posibilidad de que el equipo nacional alcance los cuartos de final del Mundial tras tantos años de decepciones.

"¡Udachi!"(suerte), les deseó, tras lo que los jugadores prorrumpieron en una gran ovación.

En la cuenta de Twitter de la selección rusa no tardó en aparecer un vídeo con la arenga, destinada a animar no sólo a los futbolistas, sino a los aficionados que acudirán el domingo al estadio Luzhnikí.

Una buena dosis de nostalgia nunca viene mal, especialmente si los recuerdos son buenos, como es el caso de la inolvidable exhibición de Andréi Arshavin contra los holandeses (1-3).

Después de que los rusos no lograran clasificarse para el Mundial de Alemania y fueran humillados por los portugueses (7-1), la federación rusa recurrió a Hiddink como un salvador.

El holandés siempre fue un tipo con suerte. Clasificó al equipo para la Eurocopa de rebote después de que Croacia derrotara en la última jornada a Inglaterra en Wembley.

Lo demás ya es historia. "¡Do sbidania!"(hasta la vista), gritó el comentarista de la televisión rusa tras eliminar a Holanda en la prórroga.

Después de la Eurocopa las cosas se torcieron, ya que el equipo fue apeado en la repesca por Eslovenia, los rusos se quedaron una vez más a las puertas de un Mundial y el holandés fue destituido de manera fulminante.

Sea como sea, con Hiddink empezó todo, tanto para Rusia como para España. El holandés hizo historia en Rusia con un partido que abrió la edad de oro del fútbol español, ya que el equipo dirigido por Luis Aragonés rozó la perfección en la segunda parte.

Al término del entrenamiento Hiddink compareció ante la prensa española, ante la que reconoció que "los rusos tuvieron una mala preparación, pero han crecido bastante durante el torneo y están con muchas ganas de ver cómo va el partido contra España".

Comentó que los rusos han recibido un espaldarazo moral importante con las victorias ante Arabia Saudí (5-0) y Egipto (3-1), por lo que aventuró que el partido será competido.

"En el torneo algunas selecciones se han ido ya a casa, así que los grandes deberán tener mucho cuidado", dijo, en clara alusión a Alemania.

Hiddink admitió que sus jugadores preferidos son Alexandr Golovín, al que consideró "un muy buen jugador" y a Artiom Dzyuba, del que destacó su corpulencia.

Con todo, negó que prefiera que gane Rusia, más aún cuando su carrera está muy vinculada al fútbol español, donde dirigió al Valencia, Real Madrid y Betis.

"Yo voy con el buen fútbol y España y los grandes equipos españoles han mandado mucho en este aspecto", aseveró.

Recordó que los españoles tienen "mucha experiencia" y que se trata de futbolistas que "juegan su último torneo y entonces hay muchas ganas de llegar hasta la final".

Además, se mostró convencido de que "los grandes equipos van a crecer durante el torneo".

"No soy Lopetegui. Bueno, Lopetegui ya no está. Yo no soy Hierro. A Fernando lo conozco muy bien. Ellos van a salvar ese problema", dijo entre risas.