El detalle de Raúl García de Haro para todas las personas con problemas de salud mental: "No es malo pedir ayuda"
-
El atacante asiste al psicólogo una vez cada 15 días
-
Pide "naturalidad" para la situación
-
Simone Biles vuelve a brillar: de abandonar Tokio 2020 por problemas de salud mental a triunfar en París 2024
Raúl García de Haro, delantero de Osasuna y exjugador del Real Betis, fue uno de los grandes protagonistas de la última cita rojilla ante Osasuna. El delantero anotó un golazo que dedicó, como él mismo confiesa, a todas las personas que sufren problemas de salud mental.
El atacante de Osasuna, tras anotar un precioso tanto en Vallecas, se acercó a la cámara y se señaló, con ambos dedos, su cabeza. Él quería mandar un mensaje a todas las personas que sufren problemas de salud mental y, tal y como explica en RTVE, "creo que vivimos todos situaciones de mucho estrés. Intenté darle algo de naturalidad, de visibilidad. No es nada malo pedir ayuda".
"La cabeza es tan traicionera que no te deja disfrutar de esa situación que soñabas de pequeño. Si te duele el cuerpo, vas al médico; es normal ir al psicólogo, por suerte se está normalizando", continúa contando.
Raúl García de Haro acudió al psicólogo en su peor momento
El que fuese delantero del Real Betis acudió al psicólogo en sus peores momentos deportivos y, actualmente, asiste a consulta una vez cada 15 días. No teme a hablarlo públicamente, entiende que "se ha normalizado" y se aventura a invitar a sus seguidores a acudir al especialista si así lo necesitan.
"Yo tengo que mejorar muchas cosas, pero no creo que sea por falta de sangre. Ahí están mis números, todos los años he jugado bien, he metido goles...", insiste en su capacidad de mejora mental.
Un precioso detalle y un mensaje valiente en una sociedad en la que, no hace demasiado, hablar de psicología era un auténtico tabú, algo que, sin embargo, ha ido cambiando poco a poco, convirtiéndose, como el propio Raúl García de Haro reconoce, en algo "más natural".
Curiosidades, historias, que pasan desapercibidas en mitad de la
vorágine del día a día y de, como no podía ser de otra manera, la cantidad de imágenes futbolísticas que se reproducen cada semana.