El árbitro de la Premier expulsado por insultar a Klopp se declara gay: "Oculté mi sexualidad y he tenido problemas de autoestima"
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David Coote admite que todos sus problemas provienen de no admitir su homosexualidad
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Asegura que se refugió en las drogas y que está en un mal momento
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El nombre de David Coote no está en la mente de muchos españoles, pero su caso sí que ha tenido bastante resonancia. El pasado mes de noviembre se filtró un vídeo en el que se refería a Jürgen Klopp como un "gilipollas" y un "arrogante" y, posteriormente, otro en el que se le veía esnifando cocaína tras arbitrar un partido de la Eurocopa.
Casi tres meses después el excolegiado ha roto su silencio en una entrevista concedida a The Sun en la que ha admitido que todos estos problemas derivan de haber ocultado su sexualidad a los seres cercanos durante la adolescencia.
"Soy gay y he tenido muchas dificultades para ocultarlo (...) Oculté mi sexualidad a mi familia. Sentí mucha vergüenza durante la adolescencia y he tenido muchos problemas de autoestima. He luchado para sentirme orgulloso de ser yo durante mucho tiempo", asegura durante la entrevista concedida al tabloide británico.
Todos estos problemas acabaron desembocando en la adicción a las drogas, a las que acudió como "refugio". "Era una vía de escape para escapar del estrés. Me da mucha vergüenza admitir que recurrí a ello", añade.
David Coote recibió amenazas de muerte en redes sociales
Coote comienza la entrevista pidiendo disculpas al Liverpool, a Jürgen Klopp y a todos los que se sintieron ofendidos por el ya célebre vídeo que se filtró. "Reconozco que están lejos de lo que debería ser un árbitro y me arrepiento de lo que dije estando en esta posición. El vídeo se grabó hace más de cuatro años y me olvidé por completo de que existía. Sabía en todo momento que me estaban grabando. Soy responsable de lo que dije y soy consciente de las consecuencias", asegura.
Asimismo, admite que ha recibido "amenazas de muerte" tras la filtración del vídeo. "Hubo gente que me deseó que tuviera algún accidente durante mi vuelta a casa. Pero no me deseaban la muerte, deseaban que me quedase tetrapléjico y que sufriera durante el resto de mi vida. O que mi madre se muriera de SIDA esa noche mientras dormía. La gente escribe cosas sin ningún tipo de responsabilidad", explica.