La renovación de Íñigo Pérez por una temporada más se ha convertido en la gran noticia de la semana en el Rayo Vallecano. Su buen trabajo al frente del equipo había provocado que un buen número de pretendientes estuvieran pendientes de él, como Osasuna o Real Sociedad, pero finalmente hace un par de días todo se resolvió para tranquilidad de Martín Presa y toda la afición.
El club anunció la ampliación de su contrato hasta 2026, asegurándose así la continuidad de su técnico antes de que termine la temporada. Por ello, Martín Presa ha pasado por Radio Marca, y ha asegurado que estaba tranquilo con el futuro de Íñigo. "El club está creciendo con él y él con nosotros. En todo momento sabíamos que se iba a quedar", aseguró.
Además, el presidente franjirrojo también ha entrado a defender su gestión del equipo a pesar de las críticas que en algún momento ha podido recibir, como un posible cambio de estadio. "Habría que ver si la gente que se queja de cambiar de estadio no tiene intereses privados o negocios en los alrededores del estadio. Esa gente va en contra del club", aseguró ante los micrófonos de la cadena.
En particular, Martín Presa reconoce que hay una parte minoritaria de la afición rayista que no comparte su visión, pero que en la gran mayoría se siente apoyado, aunque su familia haya tenido que vivir algún que otro capítulo desagradable junto a él.
"En el partido de Vitoria, mi madre tuvo que ver como unos energúmenos me pararon en un semáforo y me agredieron verbalmente... No le dio un infarto gracias a la intervención policial", desveló sobre el presidente franjirrojo.