Poca defensa para tanto Real Madrid (4-1)

Real Madrid

4

1

Real Betis

 

El Betis salió goleado del Santiago Bernabéu. Se mantuvo vivo 45 minutos, pero en la segunda parte su defensa adelantada hizo aguas y sucumbió una y otra vez ante la velocidad madridista. La derrota no es trágica, pero los errores, sobre todo atrás, empiezan a repetirse con demasiada asiduidad. Que no pasen desapercibidos por la entidad del rival.

Álvaro Ramírez| Vaya por delante, toda derrota de un equipo en esta Liga ante el Barcelona o el Real Madrid, como en este caso, es comprensible, posible y probable, sencillamente porque los dos equipos mencionados tienen mejores jugadores que el resto. Y evidentemente el Real Madrid tiene mejores jugadores que el Betis. A partir de aquí, la abultada derrota verdiblanca en el Bernabéu tiene mucho mérito local pero también bastante demérito verdiblanco, que debe empezar a mirarse sus defectos y rescatarlos entre tanta virtud y tanta loa recibida en este inicio de Liga. Y debe sopesar Pepe Mel si en todos los partidos y en todas las circunstancias puede jugarse los puntos con una defensa tan adelantada, sobre todo cuando es tan dejada, cuando es tan poco de fiar y cuando enfrente tienes a los mejores lanzadores, pasadores y definidores del mundo futbolístico. Es algo casi temerario, tan temerario como un 4-1. 

En realidad el Betis, más allá de sus defectos defensivos, nunca le hizo siquiera cosquillas al Real Madrid. Sí que es verdad que empezó valiente, enseñando los dientes durante los primeros 20 minutos, pero duró lo que duró Vadillo, que se marchó lesionado a los 21 minutos. Le suplió Sergio. A partir de ahí, el conjunto de Mel desapareció, ni inquietó a Casillas ni pisó el área salvo un disparo de Rubén Castro. Con todo, sobrevivió en defensa, sobrevivió cuando estuvo aculado, con las líneas juntas y cerca de su portería, esa es la realidad. Y sucumbió y cayó cuando se mostró osado y tiró la defensa varios metros adelante. Segundos habían pasado de la vuelta de vestuarios cuando el turno de la almohada llegó primero por Chica. Cristiano Ronaldo no perdonó y asistió a Higuaín. Parecida réplica llegó en el 2-0, Cristiano en largo y asistencia a Kaká, que tuvo un mundo para preparse su rosca mientras Amaya se dormía y se encogía. Un engañoso rayo de luz llegó con el tanto de Jorge Molina. Pero fue eso, engañoso, porque en la siguiente acción Dorado se quedó de nuevo dormido, descuidó su espalda y allí que estuvo Higuaín para castigarlo. Lean las últimas palabras y tendrán el calco del cuarto gol.
Ya está escrito, es normal perder en el Bernabéu ante el Real Madrid. Incluso no es descabellado volver con un saco de goles. Pero debe mirarse algunos fallos el Betis. El mundo no estan maravilloso ni los rivales todos iguales. La defensa empieza a dar síntomas preocupantes, Casto sigue despertando dudas (¿dónde se quedó en el 1-0?), el centro del campo peca demasiado de intermitencia y el Betis y Mel deben aprender a manejar los partidos cuando no se desarrollan a su gusto, porque serán muchos y hasta ahora no sabe controlarlos.