La confianza en Mel, una cuestión de números

El Betis mantiene, "salvo que el consejo de administración diga lo contrario", según José Antonio Bosch, a Pepe Mel en el banquillo hasta el próximo domingo, al menos hasta el encuentro ante Osasuna. En realidad, la confianza del consejo de administración en el técnico madrileño está perdida. Tanto como para indicarle ya del mismo consejo como tiene que jugar. Pero hay un factor clave que está incidiendo directamente en el plano deportivo, el factor económico. Si Mel sigue siendo a día de hoy entrenador del Betis es porque tiene un contrato firmado por tres años y un finiquito que a día de hoy no se puede permitir el Betis (podría llegar a los dos millones de euros). Y en eso tienen mucho que decir unos administradores concursales que solo miran por la viabilidad económica, por encima de la deportiva.
El caso es que esa indemnización, por contrario, se ve reducida en virtud de algunos condicionantes reflejados en algunas cláusulas del contrato. La principal es la que contempla las posiciones de descenso. Si el Betis ocupara uno de los tres últimos puestos, la marcha de Mel sería más barata. Eso podría producirse si el equipo verdiblanco no gana en Pamplona y al menos dos de estos tres equipos, el Zaragoza (en Granada), la Real (recibe al Málaga) y el Sporting (recibe al Real Madrid) sacan adelante sus partidos. Porque el Granada tiene un partido pendiente que de momento va ganando ante el Mallorca que se acabará el 7 de diciembre. Si el Betis cayera a descenso, el adiós de Mel sería más barato.
Además de esta cláusula, según apunta El Correo, hay otra que contempla que el Betis debe ir sacando 12 puntos al menos en cada tramo de 10 partidos durante la temporada, para así alcanzar los teóricos cuarenta y tantos puntos de la salvación teórica. Si se incumple o no se alcanza, el despido también sería más barato.
En cualquiera de los casos, el consejo se marca de plazo el partido de Osasuna. Si el Betis vuelve a caer, estas consideraciones pueden caer en saco roto porque la situación sería ya inaguantable. Y mientras, el club bético empieza a ya a tocar a otros entrenadores para conocer sus condiciones para tomar el relevo si llega a ser necesario.