Lopera, 20 años, 20 millones como escudo anti medidas cautelares
Este sábado, 30 de junio de 2012, se cumplen veinte años de la conversión del Betis en Sociedad Anónima Deportiva. El 30 de junio de 1992, Manuel Ruiz de Lopera se convirtió en el máximo accionista del club de Heliópolis tras poner 780 millones de pesetas y, sumándolos a la aportación de aficionados, los notables y a talones bancarios, pagar los 1.175 millones que necesitaba abonar la entidad.
Dieciocho años duró la era Lopera. Hace dos, tras el descenso a Segunda del Betis, la afición verdiblanca se manifestó multitudinariamente en Sevilla para mostrar su desacuerdo y su indignación con la gestión de Lopera. Hoy, el empresario está en apuros y lucha en los tribunales contra sus demandantes, entre ellos el propio Betis.
Este viernes, en la víspera de tan señalada fecha, tuvo lugar en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Sevilla la primera vista por la demanda civil interpuesta por 17 accionistas del Betis contra Lopera con el fin de aclarar si pagó realmente los títulos que le permitieron tener el control de la entidad. El Correo de Andalucía relata una vista en la que Lopera, defendido por seis abogados del despacho Montero-Aramburu, niega el fondo de la demanda y solicita como indemnización 20 millones de fianza por si se adoptan las medidas cautelares que piden sus demandantes pero la demanda fuese finalmente desestimada.
Esas medidas cautelares son que, en el caso de que la jueza Mercedes Alaya levante las que le impuso en 2010, Lopera no pueda disponer de sus acciones ni administrarlas cuando cese el trabajo de Bosch. El Betis se desvincula de esta petición particular.
Lopera aún no ha demostrado el pago de sus acciones y, por lo pronto, el juez Eduardo Gómez decidirá próximamente si acepta estas medidas cautelares solicitadas por quienes temen que el expresidente vuelva a acercarse al Betis.
Se cumplen 20 años del 30 de junio de 1992. La imagen de Lopera como salvador desapareció hasta el punto de que ahora el beticismo desea con vehemencia que su figura se oculte del todo, que los tribunales resuelvan este asunto de una vez por todas haciendo que el exdirigente bético no pueda recuperar sus acciones ni tener relación alguna con el club de La Palmera.