Tenía que ser Rubén
Rubén Castro fue uno de los principales sustentos del Betis la pasada temporada con sus 16 goles. Y 16 goles valiosos, muchos de ellos decisivos, muchos de ellos de tres puntos. Y el canario ha dejado claro que esta temporada quiere seguir el mismo camino.
Castro marcó el primer gol del Betis en esta Liga, en San Mamés. Luego se lesionó y fue baja en el encuentro ante el Rayo Vallecano. Sus problemas en el tobillo lo apartaron varias semanas del equipo, pero la suspensión del choque ante el Atlético le benefició. Solo se perdió aquel encuentro ante los madrileños y ha reaparecido en Pucela. Y cómo no, con gol.
Con todo el Valladolid pidiendo fuera de juego, Rubén Castro hizo caso omiso a protestar y continuó la jugada hasta su definición. Quizás algún otro hubiera desistido, pero Rubén, no. Siguió la trayectoria de la pelota, vio como Jaime no la atrapaba y se hizo con ella para marcar a placer. Un gol que vale tanto como cualquiera, o más, porque en concreto este vale para darle el triunfo al Betis. Y tenía que ser de Rubén.
