El verdadero Pereira

La salida de Jonathan Pereira ha armado una cantera. Ha sido pisar suelo castellonense y el menudo atacante gallego ha comenzado a disparar contra Pepe Mel, al que culpa de haber provocado su marcha y haberle dejado "como el malo para ganarse cuatro aplausos" de la afición.

Pues bien, publica Diario de Sevilla este viernes una serie de episodios internos que revelan qué clase de compañero era el de Vigo, al que califica como "un futbolista incordioso, reservado, chistoso sin gracia y atiborrado de dobleces que durante sus tres años en el Betis tuvo problemas con compañeros, médicos, utilleros, aficionados y, por supuesto, con Pepe Mel".
Destaca el citado diario algunos capítulos polémicos que tuvieron al pontevedrés como protagonista. Entre ellos, uno de los últimos, cuando, después de que Pereira se negara a ejercitarse tras quedar fuera de una convocatoria, el técnico —que le había librado de varios expedientes— criticó delante del resto su falta de compañerismo e incluso llegó a espetarle que el Celta no quiso hacerse con sus servicios ni gratis.
Esta falta de solidaridad con el vestuario queda patente en el hecho de que Jonathan no asistiese a los partidos con sus compañeros cuando no estaba citado ("en la grada con ellos me voy a sentar yo...", se le atribuye). También mostraba prepotencia y falta de disciplina con médicos, utilleros y periodistas del club. Así, recoge esta información que al masajista José María Montiel no le permitía tratarle por carecer del título de fisioterapeuta y que, incluso, exigía a la radio oficial que le entregasen las preguntas por escrito antes de ser entrevistado.