Despedidas en El Sadar

El partido del Betis en Pamplona estuvo marcado por el incidente ocurrido en el Graderío Sur de El Sadar, pero al margen de lo sucedido el choque supuso el final de un ciclo en el conjunto verdiblanco que ha durado tres años desde que regresara a Primera División.

El duelo ante Osasuna fue el último para Gabriel Humberto Calderón, actual entrenador del equipo bético, y la inmensa mayoría de futbolistas que conforman la actual plantilla, aunque aún el equipo tendrá que disputar esta semana tres amistosos antes de marcharse de vacaciones. 
El técnico argentino continuará su carrera en los Emiratos Árabes y el plantel sufrirá una profunda renovación, pues quitando a Adán y Perquis, quien ha expresado en más de una ocasión su deseo de seguir, el futuro del resto de jugadores está en el aire, a la espera de que el club les comunique algo.
En este sentido, Alexis, que ayer pudo comprobar en directo las enormes carencias del cuadro heliopolitano, trabaja ya en cuanto a la continuidad de jugadores y los posibles fichajes que puedan llegar para intentar el retorno a Primera el próximo curso, sin olvidar la tarea más importante, firmar un entrenador.
Mientras, el club sigue a la espera de la llegada de un director deportivo -todo apunta a Lorenzo Serra Ferrer- y sigue intentando reclutar exfutbolistas, como el caso de Alfonso, que al actual consejo le ha dicho no a la propuesta para formar parte de él en el objetivo de introducir a una figura con conocimientos de fútbol. En todo este asunto, no hay que olvidar el procesamiento a Lopera, Oliver y compañía el próximo 28 de mayo, a la espera de ver qué ocurre en un proceso judicial que tanto daño le está haciendo a una entidad que tiene desencantada, quemada y asqueada a una afición que ve a su equipo caminar a la deriva y sin rumbo.