Punto válido, Betis mejorable

El Betis ha cosechado este domingo un empate válido en sus aspiraciones para lograr el ascenso. El bloque de Velázquez ha conseguido un punto en el estadio de uno de sus máximos rivales por conseguir el objetivo, lo que supone una buena noticia para los intereses béticos. Hasta ahí, todos contentos. El problema surge cuando hay que analizar cómo lo ha conseguido. Ahí el Betis flaquea, continúa sin generar juego alguno y sólo la calidad de sus jugadores en momentos puntuales evita la debacle. Hoy Rubén estuvo desasistido, pero apareció la figura de Adán para evitar que el equipo de Velázquez sucumbiera en Zorrilla.
Poco fútbol desplegaron ambos equipos en los primeros minutos del encuentro. Tanto el Betis como el Valladolid evidenciaron sobre el terreno de juego el respeto mutuo que les provocaba a ambos enfrentarse a uno de los gallitos de la categoría. Ese miedo lo demostró Velázquez dejando a Rennella en el banquillo e introduciendo a Lolo Reyes junto a Matilla y N’Diaye. Pero a pesar de los cambios realizados por el técnico salmantino para reforzar el centro del campo, el conjunto pucelano llevó la iniciativa del juego en todo momento y fue perdiéndole ese respeto al Betis conforme pasaban los minutos.
Las imprecisiones en la medular provocaron que el bloque de Rubi contase con las mejores ocasiones en la primera mitad. Así tuvo el Valladolid hasta tres oportunidades claras. Dos de ellas fueron desbaratadas por Adán, que por momentos recordó al de la temporada pasada con intervenciones de nivel para evitar que el conjunto local se pusiera por delante en el marcador. Eso sí, el meta cometió un absurdo penalti sobre Bergdich en el minuto 23 que no fue señalado por Sánchez Martínez.
La defensa del Valladolid, por su parte, se tenía bien aprendida la lección. Los centrales tenían el objetivo de que a Rubén Castro no le llegase el balón y durante todo el partido cumplieron su trabajo a la perfección. El ariete, excesivamente sólo arriba, únicamente fue capaz de rematar un buen centro de Molinero desde la derecha, pero su remate de cabeza fue despejado por Javi Varas.
Tras el descanso, Velázquez tiro de lógica. Metió a Molina en el campo y mandó al banquillo a N’Diaye, cansado tras jugar toda la primera mitad como mediapunta. El Betis mejoró y poco a poco le fue ganando terreno al bloque pucelano. Molina provocó los espacios que Rubén necesitaba, pero aun así el Valladolid, siempre bien ordenado atrás, no dejó que el conjunto verdiblanco contase con ocasiones de peligro.
En el cómputo global del partido el Valladolid fue mejor, pero al fin y al cabo los dos equipos se llevaron el mismo premio. Un empate que a tenor de lo visto en Zorrilla, es una buena noticia para el equipo de Heliópolis. Sus 13 puntos le permiten mantenerse en los puestos de arriba.
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