La enorme influencia de Joaquín

Joaquín demostró en la hora que estuvo sobre el césped que aún le queda mucho fútbol que regalar. Y, lo más importante, que el Betis necesitaba su fichaje como el comer. Pepe Mel demandaba velocidad y desborde por ambas bandas, aunque, al final, sólo pudo llegar Joaquín. Que no es poco, por otro lado. Y es que el conjunto verdiblanco volcó su juego mucho más por la banda derecha, por donde se desempeñó el extremo. Tal y como puede apreciarse en las imágenes que acompañan a este artículo, cerca del 25% del caudal ofensivo verdiblanco se generó por el costado diestro. Es más, quitando el área de Adán, acosada por la Real Sociedad en la segunda mitad, la zona por la que más se jugó fue precisamente la banda derecha.


En realidad, el portuense sólo necesitó 45 minutos para poner en evidencia lo mucho que va a aprovechar el Betis sus virtudes. Él fue el encargado de asistir al de siempre, Rubén Castro, para hacer el tanto que a la postre sería definitivo. El extremo, en una jugada que aparentemente no desprendía demasiado peligro, recibió en el pico del área y la puso perfecta al segundo palo, donde apareció el canario. Por otro lado, el canterano verdiblanco tuvo un 81% de efectividad en el pase, creando hasta tres ocasiones de gol, además de ganar el 75% de sus duelos en balones divididos. Cifras, en definitiva, que demuestran la importancia que tuvo Joaquín en la victoria ante el conjunto vasco y que, de mantenerla en el tiempo, no cabe duda de que el Betis lo agradecerá.