'Westerbauer' se ríe de la maldición de Vallecas

Heiko Westermann marcó un gol de antología. De los que no se ven. De los que se recordarán a través de los tiempos. Gol de bandera. Uno de esos que cuando otro central se atreva a hacer una jugada de ese calibre, se dirá, sí, sí, con aquel que marcó Westermann en Vallecas. Fue una barbaridad. Por cómo empezó, por cómo siguió y por cómo acabó.

El tiempo se detuvo en Vallecas en el minuto 20. Westermann roba la pelota a Embarba en uno contra uno en banda, algo por delante del área verdiblanca, con ventaja para el jugador del Rayo, más rápido y con el balón controlado. Robo limpio. La toca, ve mucho hueco en el entramado del equipo de Paco Jémez y no lo duda. Se lanza arriba como si fuera el Séptimo de Caballería. Galopada fantástica. Cuando llega al centro del campo abre el balón a Rubén Castro... y sigue corriendo Westermann. Con fe. No es una carrera de por qué no, sino una carrera de voy a meter el gol, sío sí, lo sé y por eso voy allí. Rubén hace una pared fabulosa. Imposible no dársela al alemán con la carrera que lleva, con la mirada que tiene. El canario se le cede en el sitio exacto y de primeras Westermann bate a Toño con la derecha. Carrera de setenta metros y cuatro toques de balón. Una preciosidad. Un gol para el recuerdo.
El Betis se adelantó y dejó al Rayo noqueado. No fue una alineación clásica de Pepe Mel. Sorprendió a todos metiendo a Cejudo por Joaquín y Petros por Dani Ceballos. Pero la jugada le salió perfecta en el primer tiempo. Le ganó la partida a Paco. La orden de Mel fue clara: la pelota no se arriesga en el medio. Los centrales y los centrocampistas buscaron siempre el balón largo, la cabeza de Rennella.
Los partidos en Vallecas son ruletas rusas. El Rayo arriesga mucho y trata de robar muy arriba. Mel optó por la seguridad. Que no nos roben a nosotros y ya les cogeremos en alguna. Eso hizo Westermann, que completó con el gol una actuación espléndida atrás, tapando lo suyo y lo de Varela, el que más sufrió en defensa.
Mención especial también para la primera mitad de Petros. Gran pelea del brasileño. Restó mucho, robó muchos balones y casi siempre se la dio al amigo. El Betis juega casi con uno más con Petros. De vez en cuando arriesga para robar un balón y deja descubierta su espalda, pero si eso lo corrige, el Betis tiene mediocentro defensivo para rato. Se entiende bien con N'Diaye.
El Rayo no consiguió penetrar en la tupida tela de araña tejida por Mel. El Betis jugó con las líneas muy juntas, con una solidaridad enorme de Cejudo y Portillo y los de Paco no encontraban huecos. Todo el juego se volcaba hacia Bebé, primero por la izquierda y después por la derecha, hasta que se le acabó la gasolina.
Un disparo de Bebé cruzado fue el primer aviso del Rayo en la segunda mitad. Se marcó por poco, muy ajustada al palo derecho de Adán. Paco apostó por meter a Lass por Embarba en la banda. Velocidad y desborde. Eso buscó el técnico cordobés. Sin embargo, no logró encontrar la fórmula de hacerle daño al Betis. Más bien al contrario, fue el Betis quien encontró de nuevo el marco de Toño. Fue a la contra, la estrategia que descaradamente buscó hoy Mel. Cejudo aguantó la embestida de un jugador del Rayo y la cedió en bandeja a Rubén Castro. Pase de la muerte y gol del canario. No podía ser de otra manera. También ayudó lo suyo el error de Zé Castro.
El Rayo no conseguía hincar el diente a un Betis muy ordenado. Trashorras lo intentó desde lejos y puso el 'uy' en la afición verdiblanca. Si tiro pasó muy cerca del poste derecho de Adán. El Betis defendió bien en Vallecas y en esta labor hay que destacar el partido de los dos centrales, así como el de N'Diaye y Petros, con la ayuda de Portillo y Cejudo.
El Betis pudo marcar un tercer gol espectacular, por obra de Joaquín. Corría el minuto 77 de partido cuando Piccini robó un balón y se fue arriba al estilo Westermann. La pelota le cayó a Joaquín, que regateó a Toño y disparó a puerta vacía. Rubén, generoso, no quiso remachar en boca de gol y la pelota pegó en el palo y salió fuera. Seguramente no volverá a ser tan generoso el canario.
El dominio del Betis perduró hasta el final. De hecho, en los últimos diez minutos estuvo más cerca el 0-3 que el 1-2. Joaquín tuvo mucho protagonismo, aunque no siempre eligió la mejor opción. Gran victoria del equipo verdiblanco en Vallecas, tanto por el resultado como por la imagen de solidez que ha dado en un estadio que le había sido esquivo durante muchos años.