La banda izquierda, un dolor de cabeza para Mel

El Betis sufrió un serio varapalo ante el Espanyol este sábado en el Benito Villamarín. Los verdibancos cayeron derrotados por 1-3 ante los 'periquitos', dando una imagen pobre en relación a las buenas actuaciones de los de Mel en los partidos iniciales del campeonato. La baja de Jorge Molina obligó al técnico verdiblanco a jugar con un falso segundo punta, situando a Rubén en posiciones más centradas, debilitando indirectamente la banda izquierda, el gran lunar del plantel de Heliópolis.

Pepe Mel lo repitió en varios ocasiones durante la pretemporada e hizo hincapié en ello nuevamente tras caer este sábado: "el Betis necesita encontrar alternativas y velocidad en la banda izquierda", decía en verano.  En varias ocasiones, situó a Joaquín en aquella zona contra los catalanes, lo que perjudicaba considerablemente la profundidad el flanco diestro. Y al propio portuense, que rinde más en su zona natural. También probó allí a Cejudo, sin excesivo éxito. Con Portillo, más de lo mismo.
Los verdiblancos se han caracterizado en los últimos años por su buen juego de bandas, algo que sólo posee a medias este curso. Si bien es cierto que la conexión Joaquín-Piccini funciona, en el lado opuesto, ya sea Vargas o el canterano Varela, no encuentran a su particular compañero de batallas. Mel era cuestionado en sala de prensa sobre si esas alternativas se encuentran en la plantilla o habrá que acudir al mercado. Su respuesta dejó aún con más dudas al beticismo: "Este debate lo hemos tenido desde el verano. Una de las soluciones es dotar de la misma verticalidad que tenemos en un lado al otro. Luego, el entrenador decidirá. Si el Betis hace algo en el mercado de invierno, que no lo sé, pues a lo mejor se busca eso. Pero para entonces queda mucho y hay que buscar esa solución, porque de aquí al parón son muchos partidos".
Jarni, Denilson, Edu, Mark González, Campbell, Jefferson Montero... muchos nombres que han ocupado el flanco izquierdo del Benito Villamarín en los últimos años, y que rápidamente se vienen a la mente de los seguidores de las trece barras. Sin embargo, mientras Asensio destrozaba a la zaga verdiblanca precisamente por esa zona de campo (la dirección deportiva no echó el resto por él y se marchó al Espanyol), Pepe Mel tenía que hacer malabares para tratar de componer un tridente que no desequilibrase a los suyos en ataque. Hay dinero en la caja para acometer una incorporación, y el técnico ya no sabe en qué idioma hacerle ver a Maciá que necesitan una alternativa para esa posición.