Iriondo y el recuerdo de una de las tandas de penaltis más increíbles de la historia

Rafa Iriondo, quien fuera entrenador del Betis campeón de la Copa del Rey de 1977, ha fallecido este miércoles a los 97 años. Un día de luto para el beticisimo, que no olvida aún aquella final contra el Athletic Club de Bilbao en el Vicente Calderón. Sobre todo, la interminable tanda de penaltis, una de las más increíbles de la historia con hasta 20 lanzamientos tras el 2-2 final durante los 120 minutos disputados (incluyendo la prórroga). Iriondo tuvo que decidir el orden, y por suerte para él y la hinchada verdiblanca, triunfó.

Por el Betis, lanzarían y anotarían desde el primer penalti hasta el cuarto, Garcia Soriano, Del Pozo, López y Biosca. Por parte de los 'leones', también desde el primer penalti y hasta el cuarto, respectivamente harían lo propio Guigasola, Churruca, Escalza e Irureta. El quinto penalti heliopolitano sería lanzado por Cardeñosa, que lo tiraría fuera. Le tocaba el turno a Dani, que si lo metía, daba el título al Athletic. Sin embargo, Esnaola lo detendría.  En ese momento ocurre algo insólito. La tanda de penaltis se ve interrumpida por una invasión de periodista que preguntaría a Esnaola por su parada, por lo que se detendrían los lanzamientos durante dos minutos.  
El sexto penalti del Betis lo tiraría Sabaté, marcándolo, y el del Bilbao, Amorrortu, acertando igualmente. Era el turno para Alabanda, que no conseguía sorprender a Iribar. Nuevamente tenían los de San Mamés la oportunidad de llevarse el título, sin embargo Villa fallaría el penalti tras parada de Esnaola. El octavo penalti bético lo lanzaría el propio Esnaola, logrando diana. Por el Athletic dispararía Alexanco, con acierto. El noveno tiro verdiblanco correspondería a Eulate, transformándolo. El noveno para los rojiblancos correría a cargo de Txetxu Rojo que detendría Esnaola. Cuando parecía que el título caía del bando heliopolitano, el árbitro anularía el remate por considerar que el meta de los del Villamarín se había adelantado al lanzar Rojo y manda repetir la pena máxima, en la que esta vez sí, acababa en gol.
Después de dieciocho lanzamientos, llegaría el turno de Bizcocho para el Betis, metiendo el que a la postre sería decisivo. Y en el vigésimo penalti de la tanda, el décimo también para el Athletic, Iribar  fallaría, dando la primera Copa del Rey en la historia del club de La Palmera.
Una generación de oro con un entrenador de oro, que hoy deja este mundo con su recuerdo más que presente. Aquel día disfrutó de lo lindo, al igual que su hinchada, que a buen seguro no lo olvidará.