¿Qué contenía el portátil de Poyet?

Gustavo Poyet llegó muy enfadado tras el derbi a la sala de prensa del Ramón Sánchez-Pizjuán, especialmente por las decisiones arbitrales que perjudicaron al Real Betis Balompié en el derbi ante el Sevilla FC.

El uruguayo llevaba un ordenador portátil con la intención de argumentar gráficamente sus quejas sobre la actuación de Estrada Fernández, especialmente por el gol anulado de Álex Alegría. Poyet no llegó a mostrar la pantalla, pero en ElDesmarque nos podemos imaginar qué quería enseñar a la prensa.
La principal queja, evidentemente, tiene que ver con el fuera de juego que el linier de la banda de Fondo señaló a Rubén Castro cuando recibió un pase por alto de Joaquín. El canario partió en posición legal, y además Poyet no entiende que el asistente le viera adelantado teniendo en cuenta que Iborra estaba antes en la línea de su mirada. Evidentemente, en el pase de Castro a Alegría no había fuera de juego de ninguna de las maneras, pues la pelota estaba por delante del extremeño.
La otra gran queja del beticismo tiene que ver con una acción sucedida en la primera parte. Samir Nasri tenía una amarilla –algo rigurosa-, y en el minuto 40 le hizo una entrada a Felipe Gutiérrez merecedora, al menos, de otra tarjeta, lo que habría dejado al Sevilla con diez antes del descanso.
Además, dentro de la dureza que fue tónica habitual en el partido, desde la óptica verdiblanca se pidieron sanciones más duras por entradas de Escudero y Sarabia que rozaron el límite. El primero ni siquiera fue amonestado.
Por último, y teniendo en cuenta la cantidad de escaramuzas que se dieron sobre el césped, sorprendió que el descuento fuera de sólo tres minutos, cuando el Betis intentaba por todos los medios encontrar el gol del empate.

Los barros de los que vienen estos lodos

Poyet explotó en Nervión, pero sus quejas ya vienen de lejos, pues hasta el momento el Real Betis se ha sentido muy perjudicado por las decisiones arbitrales en lo que va de competición.
En el partido de la segunda jornada ante el Deportivo, el beticismo se quejó y mucho de una mano de Mosquera en el área que no señaló Clos Gómez. Poyet se lo recriminó al colegiado aragonés y fue sancionado con dos partidos.

También hubo quejas, pese a la victoria, en el partido en Mestalla. Después de que el Valencia se quedara con diez por la expulsión de Enzo Pérez, Nani mereció correr la misma suerte por una durísima entrada a Petros.
 
Enormemente decepcionado se sintió el Betis también con la actuación de Del Cerro Grande en la visita del Granada al Villamarín. En primer lugar, le pitó un penalti a Adán muy dudoso en una jugada en la que Ezequiel Ponce se había ayudado previamente de la mano.

Posteriormente, enseñó una amarilla a Felipe Gutiérrez por tirarse en el área, aunque hubo un evidente contacto. El Comité de Competición acabó quitándole la tarjeta al chileno, dejando en tela de juicio la decisión del colegiado, que debió haber señalado el punto de penalti.