Un año de Ángel Haro como presidente del Betis
Ángel Haro cumple este sábado un año como presidente del Betis, después de que llegara al cargo el 4 de febrero de 2016 tras la renuncia un día antes de Juan Carlos Ollero. Un total de 366 días como máximo mandatario verdiblanco, en los que se han vivido con intensidad numerosos acontecimientos tanto en el plano deportivo, como en el social e institucional.
Consejero del Betis desde noviembre de 2014, no fue hasta el 4 de febrero de 2016 cuando llegó a la presidencia verdiblanca. Ya en septiembre de 2015 dio un paso adelante en el organigrama dirigente con el proyecto de Ahora Betis Ahora, junto a José Miguel López Catalán, para convertirse en uno de los vicepresidentes tras ganar una junta histórica.
Haro accedió a la presidencia del Betis después de un complicado mes de enero de 2016 para la entidad. La crisis de resultados habían acabado con Pepe Mel, al que sucedió en el banquillo Juan Merino, y se había producido un agitado final de mercado de inverno, a propósito del fichaje de Leandro Damiao que generó discrepancias entre algunos de los dirigentes de la entidad.
El año en lo deportivo
En lo deportivo una de las primeras decisiones de Haro como presidente fue la confirmación de Merino como entrenador. Le quitó el calificativo de provisional, con el que había llegado al banquillo en esta segunda etapa, y con el linense el Betis finalizó la temporada. El equipo enderezó el rumbo y, aunque sin brillantez, consiguió el objetivo de la permanencia en la temporada del regreso a Primera. Acabó en la décima posición y con la certificación matemática de la salvación con alguna jornada de antelación.
No había terminado la temporada y el Consejo presidido por Haro tomó una decisión relevante. Decidió cesar a Eduardo Macià como director deportivo, a pesar de que el valenciano tenía firmadas tres temporadas más. La falta de confianza y el rendimiento de los fichajes fueron los detonantes para esta determinación que, pocos días después, daría con el anuncio de Miguel Torrecilla como relevo.
El aval de su trabajo en el Celta fue clave para que el Betis se decantara por el salmantino quien, también antes de que acabara la temporada, eligió a Gustavo Poyet como entrenador del Betis. Error reconocido incluso por el propio Ángel Haro, el desempeño del técnico uruguayo no fue el esperado y fue destituido en la undécima jornada del presente curso.
Poyet nunca dio con la tecla en el plano deportivo y no terminó de ubicarse en un club de la dimensión del Betis. Ni los resultados ni sus decisiones, al dejar en un segundo plano a futbolistas claves como Rubén Castro y Dani Ceballos, ayudaron a su continuidad. El equipo no terminaba de dar el salto ni cumplir las expectativas por las que apostaba el club en verano.
Torrecilla y el Consejo de Haro decidió apostar entonces por Víctor Sánchez del Amo para suplir a Poyet y el equipo ha mejorado notablemente el rendimiento, especialmente en los partidos de casa donde todavía no ha perdido y se ha mostrado como un equipo serio y más fiable, capaz de competir contra cualquiera. Víctor le ha dado al Betis sentido común, orden y ha otorgado protagonismo a los jugadores desequilibrantes. El equipo se mueve en la zona intermedia de la tabla, tan alejado del descenso como de Europa.
No fue un año positivo para el filial, que acabó con el descenso a Tercera. Ya cuando accedió a la presidencia Haro la temporada del equipo estaba torcida en Segunda B. La llegada de José Juan Romero mejoró, aunque el bagaje de puntos a remontar hacían la tarea de la salvación complicada. El club apostó por la continuidad del ex del Gerena en el propósito del ascenso y en el actualidad el equipo es líder en Tercera.
El año en lo institucional y lo social
En lo institucional, el año de Ángel Haro como presidente del Betis ha venido marcado por dos claves: el intento de llegar a un acuerdo definitivo con Lopera y Oliver, y el respaldo de los accionistas al proyecto en la Junta General de Accionistas celebrada a finales de año.
Las negociaciones entre las distintas partes para llegar a un acuerdo extrajudicial definitivo ha sido una constante en este año. Haro participó de este proceso, en el que también jugaron un papel clave las distintas plataformas béticas, así como Lopera y Oliver. De momento no se llegó al consenso, aunque unos y otros dieron la impresión de no cerrar definitivamente la puerta a nuevos diálogos. Todo con los procesos judiciales de fondo y en paralelo.
El otro momento clave fue la Junta General de Accionistas del pasado 30 de diciembre. A pesar de las voces críticas en esa cita, Ángel Haro, junto a López Catalán, logró el respaldo accionarial para la aprobación de las cuentas. Aunque se había especulado con la opción de que se pudiera plantear una propuesta de cese del Consejo por parte de algunos accionistas, eso no sucedió y el presidente continuó con su labor al frente del Betis.
En esa misma junta también se aprobó la adquisición del Baloncesto Sevilla por parte del Betis, probablemente la cuestión que más controversia generó. Esa apuesta por el baloncesto, junto con el fútbol sala y el fútbol femenino, ha sido otra de las señas de identidad de Haro al frente de la entidad verdiblanca.
La remodelación y ampliación del Gol Sur ha sido otro objetivo de Haro como presidente del Betis. El pasado verano se iniciaron las obras con el derribo de la antigua grada para la construcción de la nueva, que se comienza a levantar ya y que está prevista inaugurar el próximo curso. La radio y la televisión del club también se pusieron en pie en este primer año de Haro.
Creciendo lentamente pero con paso firme, modernizando estructuras que eran arcáicas, haciendo realidad terminar el mejor estadio del sur de España, para llevar al Real Betis a la élite del futbol español de forma permanente, no como hasta ahora. Enhorabuena presidente
Simplemente GRACIAS......se qué vas por buen camino...ánimo y a seguir...representas la filosofia del Bético...contra viento y marea por el Betis ahí sigues.