El plan 'B' no alcanza sin los puntales del 'A'

La imagen ofrecida por el Real Betis ante el Athletic de Bilbao en San Mamés (2-1) no le alcanzó para puntuar, aunque sí para corroborar que el fondo de armario de la plantilla no da para un 'plan B' sin los puntales del 'A': el portero Antonio Adán, el centrocampista Dani Ceballos y el delantero Rubén Castro. 

La 'revolución' introducida anoche en la alineación bética por el entrenador bético, Víctor Sánchez, con hasta siete cambios respecto a la alineación ante el Celta en Vigo (0-1), le sirvió al madrileño para hacer probaturas y ofrecer una imagen digna, pero no para sacar nada positivo en un campo de la exigencia del bilbaíno.  Si las llamadas rotaciones son objeto de discusión en las plantillas hondas de equipos punteros, mucho más acusadas lo son en los que, como el Betis, ha deambulado errático durante un año fallido en el que no ha logrado ni de lejos acercarse al objetivo del décimo puesto marcado al principio de la temporada.  En decimoquinta posición con 37 puntos, el equipo verdiblanco había encadenado dos victorias consecutivas ante Éibar (2-0) y Celta (0-1) por primera vez en la temporada; y lo había hecho con jugadores asentados que anoche desaparecieron de la alineación inicial de Víctor, entre ellos los laterales Rafa Navarro y Riza Durmisi, el centrocampista Rubén Pardo o el delantero Álex Alegría.  Una vez lograda matemáticamente la permanencia en Primera, los nervios han desaparecido y Víctor ha parecido optar por rotar o, también es posible, por enseñar lo que tiene, lo que se puede traducir, simultáneamente, en las ganas de agradar de los elegidos y en que muestren las carencias por las que no lo fueron en su día.  Por ello, hay coincidencia en la buena imagen bética general en San Mamés con lo decisivo del papel desempeñado en el partido ante los bilbaínos por el gran puntal bético, su portero Antonio Adán, pendiente de la revisión de su contrato; y en menor medida, del autor del gol, Rubén Castro, quien se reivindicó tras sus últimas suplencias.
Y también, en la zona de creación y de impronta del equipo, la confirmación y el crecimiento exponencial del centrocampista canterano Dani Ceballos, quien se confirma día a día como el eje sobre el que debería girar todo proyecto de futuro del Real Betis.
Nadie protestó el penalti  La tensión competitiva, no obstante, ha desaparecido junto con las urgencias y, prueba de ello, es que ningún jugador bético protestó ante el discutible penalti que abrió el marcador, en una jugada protagonizada por el argelino bético Aïssa Mandi ante el delantero vasco Aritz Adúriz.  Los protagonistas en San Mamés, tras una derrota por la mínima en un año en los que ha habido más de una por la máxima, se agarraron a lugares comunes como "hemos competido bien", "hemos tenido nuestras oportunidades" o "el árbitro ha podido condicionar con un penalti que no fue" ante la evidencia de que, por unas causas o por otras, no se llegó.  Víctor, confirmado por la dirección deportiva verdiblanca para la próxima temporada aunque discutido por parte de la grada, tiene ante sí una plácida, en apariencia, recta final de temporada en la que, pese a que el equipo está salvado, deberá mantener la tensión competitiva, la dignidad del equipo y, además, sus opciones para el año próximo.  El equipo ha vuelto a los entrenamientos para preparar el compromiso del próximo domingo en el Benito Villamarín ante el Alavés, el primero de los cuatro que le restan para el final antes de viajar a Leganés, recibir al Atlético de Madrid y cerrar el año ante el Sporting de Gijón en El Molinón.