Ryad Boudebouz: un verdadero salto de calidad

Está resultando sorprendente el aumento de nivel en los fichajes que están llegando al Real Betis respecto a los de las últimas temporadas. El club ha pasado de traer únicamente a futbolistas desconocidos, de discutido rendimiento o de ligas muy menores, a poder firmar de un año para otro a verdaderos refuerzos que objetivamente aumentan la calidad de la plantilla en todos los aspectos. El mayor exponente de este salto de nivel es sin duda el fichaje del cotizado centrocampista Ryad Boudebouz.

Talentoso futbolista francés de origen argelino, desde su debut en la primera división francesa con tan sólo 18 años se vio en Boudebouz a un chico muy por encima de los de su edad. Con un desparpajo, una destreza y un desequilibrio en su juego que llamaban la atención desde el primer contacto con el balón. Tras varias campañas destacando en el Sochaux, firma por el Bastia para recalar luego hace dos temporadas en el Montpellier. Centrocampista ofensivo dotado de una sobresaliente visión de juego, una formidable capacidad para filtrar pases y una técnica privilegiada para salir airoso de la presión rival. Si bien no es raro verlo retrasarse unos metros para encauzar la jugada, Boudebouz explota mejor sus virtudes teniendo libertad de movimientos en zona de tres cuartos de campo, pudiendo caer a banda para trazar diagonales o generando fútbol en zonas más centradas. Posee un manejo superlativo de su pierna izquierda, utilizando también de manera notable la pierna diestra tanto para conducir como para asistir, lo que le hace un jugador imprevisible en la toma de decisiones.
Para la demarcación que ocupa, sus virtudes ofensivas y un fantástico golpeo de media distancia le han permitido sumar una reseñable cantidad de goles en las dos últimas temporadas con Montpellier. Su número de asistencias ha sido aún mayor, pues es un futbolista más asistente que goleador. Aportará además en las jugadas a balón parado con su exquisita pegada.
Futbolista veloz en la conducción del esférico, apoyándose en ambas piernas con soltura y estilo, Boudebouz obliga al equipo rival a ejercer ayudas para tapar sus peligrosas incursiones en campo rival, lo que permite progresar a otros compañeros más libres de marca. Futbolista para superar líneas de presión rival con acciones individuales o asociándose.

Su irregularidad, el lunar de un cotizado futbolista

Su mayor defecto es la irregularidad. Es un futbolista discontinuo en sus apariciones y a esto hay que añadir que no ha estado acostumbrado a jugar en ambientes de mucha presión en sus clubes. Puede que sea tendente a acomodarse en su juego amparado en sus formidables cualidades técnicas, las cuales le dan para sobresalir y acomodarse en atmósferas poco exigentes, pero esto es algo que en una liga tan intensa táctica y técnicamente como la española no se va a poder permitir. Además, en esta nueva plantilla del Real Betis tendrá más competencia de la que ha tenido hasta ahora en sus clubes.
Como todo mediocampista talentoso, su aporte defensivo suele ser la crítica fácil, pero, sin tener que rehusar obviamente a esas tareas, hay que tener claro que Boudebouz no llega al Betis para correr detrás del rival, sino para que los rivales corran detrás de él y para ser referencia del caudal ofensivo que produzca el equipo verdiblanco.
Es cierto que algunas veces llega a recrearse demasiado en regates en pocos metros que ralentizan la jugada, pero es su estilo de juego, un estilo que suma siempre mucho más de lo que resta.
Resulta extraño que, con las cualidades que atesora el franco-argelino, haya jugado hasta los 27 años en equipos de la zona media-baja de la liga francesa, pues se esperaba mucho antes su salto a una gran liga o a un club puntero de Francia.El Betis ha pasado de incorporar a 'desconocidos' para cerrar a jugadores que realmente aumentan el nivel 
Jugó en las categorías inferiores de Francia, pero a la hora de la elección definitiva se decidió por el país de sus progenitores. Pese a su calidad, con la selección de Argelia le cuesta tener minutos de peso y no termina de asentarse como pieza indiscutible a pesar de haber pasado ya por varios seleccionadores de estilos futbolísticos diferentes.
Si la cascada de fichajes que ha llegado al Benito Villamarín ya estaba siendo muy atrayente (a excepción de la evidente falta de nivel en la parcela defensiva), ahora desembarca el fichaje más ilusionante de la temporada y con todos los argumentos para serlo. Boudebouz era una de las opciones más atractivas del mercado, al principio sonaban hasta imaginarias las opciones del Real Betis para hacerse con sus servicios, pero la dirección deportiva se ha movido rápido y bien para conseguir a un futbolista cotizado. Luego habrá que ver el rendimiento y la capacidad competitiva del futbolista que es lo que verdaderamente lo evaluará, pero a poco que tenga confianza lo tiene todo para poder ser un verdadero refuerzo con mayúsculas.