El sentimiento bético cumple 110 años
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De balompedistas a béticos: inicios del Betis en 1907
La vida es lo que más se parece al Real Betis Balompié. Una existencia que este martes cumple 110 años y que ha estado marcada a lo largo de su vida por una convulsa historia que lo ha dotado de un carácter especial. Un 12 de septiembre de 1907 se inició la andadura de la entidad de Heliópolis, nombrada en su nacimiento como Sevilla Balompié. Así lo refrenda un viejo sabio, el abuelo encarnado en una entidad eterna.
- Abuelo, ¿qué es el Betis?
- No lo sé pequeño, no lo sé.
Mira, te voy a contar la historia de mi viejo amigo, el sueño incumplido de los que lucharon por él, trece barras que te apresan y condenan, el motivo por el que los cuerdos se engancharon a la locura. ¿Hablas de fútbol? Quizás el Betis tenga algo que ver con ello, pero su legado va mucho más allá. Sus ciento diez años de historia me enseñaron a alejarme del fútbol y entender las trece barras como una forma por la que vivir. Aquella que te enseña a caer y chocar contra la humillación más absoluta, pero que te otorga una fuerza impensable para levantarte y caminar con más fuerza. Cinco letras que te alumbran, te hieren y te curan. Por lo tanto, el Betis se disfruta y también se vive.
El viejo Buenaventura me enseñó que “una cosa es fútbol y otra el Betis. Si no existiera el fútbol, existiría el Betis”. Y es que su razón de ser ha contagiado a cada una de las almas que le custodiaban, a cada uno de los corazones que bombeaban el veneno de su sangre y a cada una de las cabezas que se volvieron locas por su amor.
Un grupo de estudiantes nos regaló en 1907 lo que hoy conocemos. Un colegio del que salió la enseñanza más bella que nos brindó la vida. Aquella docencia que nos subió al cielo para luego morder el polvo y paladear el infierno. La misma a la que una guerra le birló la vida, la batalla que lastró a base de plomo las opciones de un Betis campeón. Pero pequeño, el bético no se rinde. Se apodera de amor y lo arropa hasta añorar los campos de tierra, hasta reinar en el mismísimo infierno.
Por eso quiero que recuerdes este día, la fecha en la que unos locos forjaron un patrimonio inverosímil. Un sentimiento alanceado mil veces y nunca muerto. Eternos penitentes, románticos y bohemios, siempre a contracorriente persiguiendo sus sueños. Precisamente, unos sueños que aún quedan por llegar en una ciudad donde la Esperanza jamás desfallece. Donde siempre estará el Betis.
Tenemos 103 años...estos periodistas no se enteran....tsss
Sevilla balompié??????¿¿¿¿¿¿¿