Tras los pasos de los primeros brotes verdes del Betis de Setién
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El Real Betis espera encontrar en 2018 un lapso cargado de alegría y buenos resultados, que consoliden y recuerden el grato momento de forma registrado a principios de curso. Tras un primer tramo doméstico irregular, los verdiblancos comienzan el año natural con la piedra de toque más exigente con unos Reyes Magos que traerán a la capital hispalense un derbi cargado de alicientes. El mismo que se prevé como el choque más igualado de los últimos casos y en el que los de Heliópolis se agarran a un halagüeño precedente.
El Sevilla ha oficializado este jueves la contratación de Vincenzo Montella, un viejo conocido de la parroquia bética que vislumbró los primeros brotes de esperanza en este Betis de Quique Setién. Y es que cabe remontarse a la pretemporada del pasado periodo estival para vislumbrar el último Milan-Betis, donde los heliopolitanos olvidaron los malos resultados iniciales ofreciendo así las primeras muestras del sello que ha impuesto el técnico cántabro al juego de su equipo.
Todo ello merced a un golazo de Fabian y una pena máxima convertida por Sanabria, que regalaron el primer gran triunfo amistoso donde el Betis logró imponer el atractivo juego que propone actualmente. Un primer precedente al que Quique Setién se agarra para recuperar la senda del triunfo y conseguir un derbi que se atraganta desde hace tres temporadas.
Un Real Betis enquistado para el recientemente nombrado técnico del conjunto sevillista, que tampoco logró vencer a los verdiblancos como jugador. Enrolado en las filas de la Roma, el ariete estaba en la plantilla que disputó el torneo de presentación bético de 1999, donde los dirigidos por Timoteo Griguol empataron a cero. Un resultado similar al amistoso estival de 2003 en el Olímpico, donde el Betis de Víctor Fernández empató a dos con goles de Capi y Assunçao.