Participación casi anecdótica de Carvalho con Portugal
Portugal, con goles de Hélder Costa, Éder y Bruma, se impuso en un encuentro amistoso a Escocia en Hampden Park, por 1-3. Un resultado que hizo mella en el bache de los de Alex McLeish, que han ganado un solo partido de los seis últimos. En clave verdiblanca, William Carvalho apenas tuvo protagonismo, saliendo al terreno de juego en el minuto 91.
Fernando Santos, seleccionador luso, dio un revolcón al once que venció a Polonia en la Liga de Naciones por 2-3 y cambió a diez jugadores, permaneciendo en la alineación inicial únicamente Rúben Dias, del Benfica.
Escocia, tras perder ante Israel en la nueva competición de la UEFA, recurría a Hampden Park, casa del fútbol escocés, para recuperar sensaciones y dar una alegría a los suyos, pero la falta de pólvora arriba la condenó a la quinta derrota en los últimos seis partidos.
Mucho deberán mejorar los de McLeish, que adolecieron de una falta de puntería y de generación de peligro ante una Portugal que salió con los habituales suplentes, de ahí a la ausencia del jugador del Real Betis, Carvalho.
Las internadas por las bandas, especialmente por la del lateral del Liverpool Andy Robertson, eran el mejor argumento de los escoceses, que tuvieron el gol en un remate de Naismith que se marchó más allá del segundo palo. Parecía más cerca el gol local, pero, primero avisó Éder, con un latigazo que repelió Craig Gordon, y después fue Costa el que no perdonó.
Al filo del descanso, Bruma se coló en el área, le cedió el balón al lateral de la Real Sociedad Kevin Rodrigues, quien le dobló y puso un centro fuerte y raso que Costa empujó a la red.
La charla de McLeish al descanso funcionó para Escocia, que salió en la segunda parte con ímpetu y forzó varios saques de esquina. En uno de ellos, McKenna rozó el empate, con un remate de cabeza en plancha desde el punto de penalti que no embocó a portería.
Pero la reacción local la frenó Santos con los cambios. Metió a Renato Sanches en el medio y Portugal recuperó la posesión y con ello el control del partido.
Fue precisamente el centrocampista del Bayern Munich el que sirvió el segundo gol de Portugal. En el minuto 75, puso una falta lateral a la que entraron dentro del área tres jugadores de Portugal sin marca. Éder, el héroe en la final de la Eurocopa de 2016, se elevó por encima de los tres y con un espléndido cabezazo cruzado sentenció el partido.
En las postrimerías del encuentro, Bruma aún se permitió el lujo de ampliar la renta y resolvió un gran pase en profundidad de Gedson Fernandes con un disparo a una escuadra, antes de que Naismith maquillase el marcador. En este último gol sí estuvo presente Carvalho, que entró a falta de dos minutos de final tras ser reservado por su seleccionador.