El parón navideño, un aliado con los lesionados
La plantilla del Betis disfruta estos días de vacaciones hasta este domingo 30 cuando el equipo volverá a los entrenamientos. El primer compromiso será el día 5 en la vuelta a LaLiga Santander con la visita a Huesca. Tiempo que, además de para desconectar, sirve para que los tres jugadores que se encuentran en la enfermería evolucionen de sus respectivas lesiones.
Son los casos de Andrés Guardado, Junior Firpo y Sidnei Rechel, quienes padecen diferentes problemas y se encuentran en distintos momentos de sus recuperaciones. Sólo en el caso del mexicano la vuelta a la competición podría coincidir con su regreso. Claro que el intenso mes de enero puede hacer que el Betis no quiera acelerar plazos.
Guardado se lesionó el pasado 2 de diciembre en los inicios del partido contra la Real Sociedad. El centrocampista sufrió una rotura de fibras en el isquiotibial de su pierna izquierda y se valoró en unas cuatro semanas su regreso. Un plazo que se cumple justo a final de año, por lo que el mexicano podría estar para estar para el choque contra el Huesca.
El caso de Junior Firpo fue posterior, aunque el parte médico también apuntaba a cuatro semanas de baja. El canterano sufrió una rotura del músculo recto anterior del muslo derecho contra el Rayo. Los cálculos señalan a mediados de enero para el regreso del carrilero zurdo, lo que podría ser aproximadamente en la vuelta de octavos de Copa contra la Real Sociedad.
La incógnita de Sidnei
El tercer caso es el de Sidnei Rechel. El central tuvo la lesión contra el Éibar y padece una luxación en el hombro izquierdo. El Betis no ha ofrecido parte médico sobre el brasileño aunque Quique Setién restaba gravedad a la lesión. Habrá que ver a la vuelta de las vacaciones si el brasileño se entrenaba con normalidad con el grupo o requiere de más días para incorporarse.
