El Betis 'calienta' hasta en la Antártida

No hay frío, calor ni temporal que pueda con el Real Betis. Ya lo dice su himno, que "más allá de la frontera, siempre habrá alguien que diga, viva el Betis manquepierda". Y desde Heliópolis hasta la Antártida, donde el calor del beticismo ayuda a soportar los 20 grados bajo cero.

Y es que nunca se sabe dónde puede haber un aficionado a las trece barras. Desde la creación de un Betis en Valladolid hasta cruzar el Atlántico y patentarlo en Brasil, hasta la marea de miles de hinchas cruzando Europa en marea para ver a su equipo. Un sentimiento que también es capaz de salvar vidas en Perú. Incluso es capaz de enamorar a aficionados del Reino Unido que jamás pisaron Sevilla.

Por lo tanto, a nadie le puede extrañar que también haya béticos en la Antártida. Allí reside ahora un nutrido grupo del Ejército español de Tierra. Su objetivo, fomentar una campaña de apadrinamiento de pingüinos que persigue comprometernos con el cuidado del medioambiente. Todo ello en busca de hacer del planeta un lugar más sano y equilibrado con la naturaleza. Una oportunidad para permitir así que el pingüino que se apadrine consiga sobrevivir y cuidar a los polluelos que nazcan en el continente antártico.

Pero entre tanta solidaridad también hay tiempo para el disfrute. Y mucho disfrutaron el pasado domingo con el triunfo del Real Betis. Así lo demostró los aficionados béticos que pertenecen a la comitiva española, que mostraron en redes sociales su júbilo por la brillante remontada al Girona.