Así juega el Rennes: al son de Grenier y Ben Arfa
Empieza el cara o cruz. Llegan las eliminatorias a la Europa League con el Betis visitando al Rennes. Hace casi dos meses, el día del sorteo de estos dieciseisavos de final, el cuadro verdiblanco podía considerarse gran favorito para pasar a la siguiente ronda, pero las tornas han cambiado algo. Son las cosas que tiene el fútbol. Los equipos pasan por muchos momentos a lo largo de una temporada y lo más conveniente es analizar el actual, sin adelantarse a los acontecimientos.
No es que el conjunto francés sea ahora favorito, pero sí que la eliminatoria está más igualada que el 17 de diciembre. Entre otras cosas porque el cambio de entrenador –Julien Stéphan sustituyó a Sabri Lamouchi- le ha sentado genial al club bretón. Sólo hay que echar un vistazo a los números: diez victorias, tres empates y dos derrotas en todas las competiciones desde que el joven técnico se hizo cargo del banquillo.
Es una realidad que ha mejorado como equipo y como competidor. Ha adquirido conceptos básicos y ha crecido desde los resultados aprovechando el estímulo que significa el cambio de director.
Ahora es un bloque de jugadores que realizan un juego pragmático, sin florituras. Salvo cambio específico a la hora de situarse sobre el césped, el Rennes no es un equipo que vaya a presionar muy arriba. Suele jugar 4-4-1-1 con un bloque medio muy junto, ocupando un espacio reducido, con el que intenta dejar pocos huecos
Grenier y Ben Arfa
El balón no pasa mucho por el centro del campo, pero cuando lo hace hay dos jugadores claves a la hora de transportarlo de manera rápida hacia los atacantes (ya sean extremos, delantero o laterales): Grenier y Ben Arfa. El primero, que ya se enfrentó al Betis en esta competición con el Olympique de Lyon, es un mediocentro elegante, con zancada, gran golpeo y que juega siempre con la cabeza arriba. El segundo, con más cartel a nivel europeo, es el futbolista de más calidad técnica, el encargado del último pase.
El carril diestro
Si hay una zona del campo en la que los de Setién deben extremar las precauciones, esa es la banda derecha. Junior, que previsiblemente será el carrilero izquierdo del Betis, tendrá trabajo con la conexión Traoré-Sarr. Ambos, grandes y potentes velocistas, se complementan genial en la ocupación de espacios y crean mucho peligro por ese costado. Hamari Traoré llega constantemente a la línea de fondo e Ismaila Sarr es desequilibrio puro con un disparo temible. El mayor porcentaje de ataques llega por ahí.
Los centrales, lo más flojo
En la línea de juego práctico y sencillo, el equipo de Stéphan procura no complicarse en la salida del balón. Pero si el Betis es capaz de presionar a sus centrales puede hacer mucho daño. Tanto Da Silva como Mexer no tienen entre sus virtudes la solvencia a la hora de jugar desde atrás. Sí que la tiene el joven Gelin, pero parte con menos posibilidades de jugar que los anteriores.
El hándicap del Rennes y la enfermería: 10 lesionados
Tienen también problemas con las lesiones. Hasta diez jugadores llenan la enfermería. El último en caer fue Bourigeaud, que complica la formación en el medio. Si el ex del Lens llega a la cita, acompañará a Grenier. Si no llega, Stéphan tendrá que buscar una solución para paliar su baja y la de André.
El costado izquierdo, en el que el técnico galo está utilizando a Zeffane y Hunou, ambos diestros, es otro de los puntos débiles.
Más allá de la igualdad que supone una eliminatoria a estas alturas de la competición, el Rennes será un equipo competitivo, que ha recuperado la energía, el rigor táctico, la fortaleza de su estadio y la ilusión.