Setién afronta el plebiscito bético
Los prolegómenos del Betis-Villarreal, que cierra este domingo la trigésima primera jornada de LaLiga Santander, están rodeados de un ambiente de malestar entre los seguidores verdiblancos que acuden al Villamarín debido a los malos resultados del equipo de Quique Setién en las últimas semanas.
Después de que en las pasadas jornadas el conjunto sevillano haya dado una mala imagen en dos desplazamientos consecutivos -Rayo Vallecano (1-1) y Real Sociedad (2-1)-, el Betis vuelve a su casa a seis puntos de los puestos europeos y con la necesidad de reacción.
Las eliminaciones en la Liga Europa y en la Copa del Rey con las que se inició 2019 han seguido a un caminar irregular en LaLiga que tiene desencantados a los hinchas béticos, entre los que la labor del técnico cántabro se empieza a cuestionar.
En una noche fría, ventosa y lluviosa, la formación de Setién está obligada a ganar para que el objetivo europeo no se complique más, aunque el Villarreal llega al barrio de Heliópolis con una necesitada más preocupante, la de sumar de tres en tres para evitar el descenso.
La idea de que el conjunto que entrena Javier Calleja no va a facilitar en nada la reacción de los locales está en los comentarios de los espectadores, que, por el horario del choque y las condiciones climatológicas, se han acercado al Villamarín en menor número de lo que es habitual.