Pena máxima para un Betis que ya ofrece buenas sensaciones

El Real Betis cayó apeado en las semifinales de la Copa Ibérica, aunque tuvo que ser en la tanda de penaltis. Si bien es cierto que se adelantó el conjunto verdiblanco, gracias al gol de Juanmi, el Oporto equilibró las fuerzas a la media hora y el marcador no se movió hasta el final del tiempo reglamentario.

Lo cierto es que si de algo puede presumir este Betis, es que tiene recursos. Demostró que sabe querer la pelota, dominar el juego y buscar un estilo más atractivo. Pero también sabe fajarse en defensa, pelear en el cuerpo a cuerpo y salir a la presión.

Precisamente agarrados a un juego directo empezó el Betis. Con un 4-3-3 y con Loren como referencia, la zona de máquinas volcó el juego a los costados en busca de transiciones rápidas. En una de esas aperturas, Tello explotó su habilidad en el uno contra uno y colgó un balón medido al corazón del área. Ahí no falló Juanmi, que se estrenó como goleador tras un cabezazo impecable.

Tras el gol, Rubi utilizó nuevas probaturas y alternó su sistema. El técnico cambió a un 4-4-2, con Canales en la banda derecha, Tello en la izquierda y Juanmi acompaño a Loren arriba. Esa modificación no le sentó bien al equipo, estiró el campo y permitió al Oporto muchos espacios en zona de tres cuartos.

Desde ahí llegó el mayor peligro luso. Los espacios entre Carvalho y la retaguardia generaron un punto muerto que aprovechó a las mil maravillas el Oporto. Y en la primera que tuvo, no perdonó. Zé Luis llegó al balcón del área y ante la pasividad de la defensa, no se lo pensó y definió a las mil maravillas con un medido disparo imposible para Joel. Una fórmula que luego probó Nakajima, con un chut al palo y otro que obligó al guardameta a despejar a saque de esquina.

Pese a ello, Rubi sacó sensaciones positivas de la primera mitad y no cambió mucho al descanso. Tras el paso por vestuarios, Edgar fue la única sustitución en detrimento de Sidnei. Sin embargo, el Oporto siguió siendo superior en esos compases iniciales. Incomodó al Betis con una alta presión, que privó a los de Rubi de obtener el monopolio de la posesión.

El paso de los minutos y la entrada de los menos habituales en el Betis permitió al Oporto dominar levemente el partido. Eso sí, ninguno de los dos equipo logró causar demasiado peligro en el marco rival. Sin embargo, superados los nervios, la cantera verdiblanca volvió a regalar brotes de ilusión.

Con Joaquín al mando, el desparpajo de la savia nueva buscó con descaro la portería rival. A destacar el tono físico con el que ha vuelto Boudebouz, que fue clave en los mejores minutos del Betis en esa segunda mitad. Jugó entre líneas, se ofreció y dotó de sentido al equipo. Una vez más se buscaron transiciones rápidas para llegar con juego directo a la portería del Oporto. Barragán volvió a percutir con peligro por su banda, pero esta vez sus centros no lograron ocasionar mucho peligro.

Finalmente fue la pena máxima la que apeó al Real Betis de esta Copa Ibérica. Todos los lanzadores acertaron en sus disparos menos Bartra, que erró el cuarto y el arquero del Oporto adivinó sus intenciones. Los de Rubi disputarán el tercer y cuarto puesto el domingo por la mañana, ante el perdedor del Portimonense-Getafe.