A Europa también se llega a paso lento

Más que ingeniero, es un prestidigitador. Pellegrini tiene en su currículum trucos brillantes y el que está desarrollando esta temporada en el Real Betis tiene mucho mérito. Sacó en enero el conejo de la chistera para convertir un equipo decente en un equipo con mayúsculas. Y ante el Valencia CF podría haber dibujado Europa en su pizarra. Un cuadro táctico coloreado con los tonos brillantes del balón parado que quedó desdibujado, una vez más, por errores individuales. No obstante, al continente también se llega a paso lento y el punto puede valer mucho.

Este Real Betis de 2021 rebosa trazos de autor…y borrones imperdonables. El lienzo gris de la primera vuelta ha cobrado viveza, tanto que apenas pierde partidos. El chileno ha seducido a sus futbolistas con el verbo y les ha inyectado su tranquilidad hasta hacerles creer que lo imposible es posible. Ahora le queda convencerlos para que no metan la pata en momentos cruciales. De no haber sido así, el triunfo se hubiera quedado en Villamarín con la bandera continental ondeando.

El Real Betis de Pellegrini optimizó las jugadas de estrategia para ponerse dos veces por delante con dos soberanos goles de Fekir y Canales, con la inestimable ayuda de Joaquín. Tres de los argumentos de los que apremiaron al entrenador a no hacerle ascos a la plantilla que le pusieron por delante en verano. Pero ese plantel sigue presentando deficiencias difíciles de conjugar con un objetivo tan enjundioso como el europeo.

Demasiadas facilidades para el Valencia

Varios jugadores se distrajeron en ver como Guedes convertía en gol una jugada que no aspiraba ni a oportunidad. Y Alex Moreno cometió la ingenuidad del día para permitir que Carlos Soler empatara de penalti. Demasiadas facilidades para un Valencia CF que hasta entonces apenas había hecho nada y que después incluso pudo llevarse el triunfo en un par de contras.

El cuadro bético también tuvo alguna y no cejó en su empeño de recuperar lo que se había ganado en la primera parte. Viendo el partido el aficionado bético se queda con la cara partía por lo que pudo ser y no fue. Lo malo es que se perdió una buena oportunidad para abrir la puerta de Europa. Lo bueno, que su equipo casi nunca cae y que al frente está un señor entrenador. Con su magisterio y su pizarra mirando a Europa a la cara, aunque sea a pasos cortos.