La fiesta de la Copa deja ronca la ilusión Champions
La fiesta vivida por el Real Betis y su entorno tras la consecución del tercer título de Copa del Rey ha dejado ronca la ilusión de la UEFA Champions League. El bloque de Pellegrini sigue teniendo sus opciones, por supuesto, pero dejó pasar en la jornada 34ª de LaLiga Santander una oportunidad magnífica de cantar a voz en grito que puede lograr un puesto para la máxima competición continental. Querer está claro que quiere, aunque poder ya se verá, porque el equipo mostró el lógico cansancio después de una semana histórica ante un Getafe CF que no hizo más daño en la segunda parte porque no le da para más.
No pudo aprovechar los tropiezos de sus antecesores en la tabla de LaLiga Santander y tendrá que sacar fuerzas de donde no se sabe si hay para materializar un reto difícil. La buena nueva es que no perdió, si bien los dos empates y una derrota de los últimos tres partidos están complicando lo que sería el broche dorado a una grandísima temporada. Pudo haber ganado en la primera parte y pudo haber perdido en la segunda.
Lo que sí está claro es que Pellegrini ha cambiado la historia del Real Betis hasta el punto de que ya no valen los inevitables malos augurios de partidos como el de este lunes de Feria de Sevilla en Getafe. Hace no mucho tiempo, cualquier bético (y no bético) hubiera lanzado el clásico vaticinio ante la (im)previsibilidad del Betis de antes: "Que la caga hoy el Betis en Getafe lo sabe hasta el Tato...". La cagó, pero sólo a medias. Porque no todos los días se gana una Copa del Rey. Lo ha hecho diecisiete años después y se enfrentaba a un rival que podía, y necesitaba, sellar la permanencia virtual sin tener que dejar trabajo atrasado para las cuatro jornadas que restan.
Un punto que sabe a Europa League
Pero ni euforia, ni relajación, ni las celebraciones...Pellegrini quiere más y su Betis, también. Dejar el puesto en la UEFA Europa League a punto de caramelo y darle un gañafón al de Champions era una responsabilidad, otra, que este equipo no iba a eludir. En cualquier caso, una cosa es querer y otra, poder. El Betis quiso desde el minuto 1, sin importarle demasiado que el Getafe CF se plantara en el campo como las legiones romanas, con once centuriones dispuestos a dar la vida por el imperio de seguir en la máxima categoría.
Se ha acostumbrado ya el cuadro bético a ser dominador y a arremangarse para serlo. Incomodó a los de Quique Sánchez Flores en la salida de balón, donde el madrileño no tenía precisamente a estilistas, y se apropió del control del partido. Sus Astérix y Obélix fueron los de siempre: Canales y Fekir. Ambos pusieron el sentido al juego, fabricaron las principales ocasiones verdiblancas y aguantaron el torticero fútbol subterráneo de los locales.
La ya clásica cacería a Fekir
El franco-argelino a punto estuvo de tener que llevarse a Arambarri a su casa a pasar unos días y se jugó la tarjeta con un manotazo a Djené después de que éste le diera una colleja. El árbitro tuvo en cuenta la acción precedente y no castigó como otros lo han hecho a un jugador que sufre a veces una cacería impresentable. Algo que se ha repetido demasiado desde que está en España y que últimamente se convierte en clásica entre muchos de sus equipos rivales, porque saben que de esa forma paran una gran parte del caudal ofensivo bético.
Sus disparos y uno de Canales olieron a gol, como un remate de Pezzella al inicio a centro perfecto del cántabro. El Betis recuperaba pronto y manejaba con sentido el balón con el propósito de hallar fisuras en el muro pétreo de Quique. Incluso sacó su mejor versión defensiva teniendo el balón, sólo mancillada por dos errores de Pezzella, uno en la primera parte y otro al inicio de la segunda. Fue de lo poco productivo de un Getafe casi más preocupado de asegurar un punto que de buscar los tres.
Cambio de tónica en la segunda mitad
Sin embargo, eso cambió nada más volver de vestuarios. El Getafe CF se dio cuenta de que tenía que diluir el dominio del Real Betis y apretó en la presión, logrando tener alguna ocasión y cambiando la tónica del encuentro. Pellegrini buscó aire fresco en las bandas con Lainez y Juanmi, sin mucho éxito. Fekir se veía obligado a retrasar mucho su posición para entrar en contacto con el balón y eso facilitaba el objetivo local.
El Coliseo Alfonso Pérez Muñoz, que durante muchos minutos pareció Heliópolis, cogió colorcillo local para exhortar a los suyos a un esfuerzo extra. El Betis pareció renunciar a ese carácter dominador ante el mayor empuje físico del rival. Probablemente el cansancio hizo mella, aunque al menos no cedió demasiado peligro al Getafe. Probablemente el equipo seguía queriendo a pesar de entender que apenas podía.
Ni el cuarto de hora de Joaquín sobre el césped al final pudo darle otro aire al conjunto bético, que dejó un poso agrio a los miles de béticos que llenaron el estadio de la localidad madrileña. Con cuatro partidos aún por delante, la ilusión de la Champions se mantiene viva, aunque ronca tras la fiesta de la Copa.
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Que se puede esperar... De ti 🤡🎺🐽... Para reírnos te tenemos a, ti leyendo lo que escribes jajajaja... Ahí pena penita pena... Penaaa!!! Jajajaja. 🤡🤡🤡🤡
🤡🤡🤡🤡 y er panda quie es er panda que solo marca de panalti y amenazado el presidente de los árbitros hay que ya la temporada que viene os han cogido la matrícula y estaréis en vuestro hábitat que es la segunda o tercera que es donde os merecéis estar 🤡🤡 y ahora que salga el cuenta chistes a decir tonterías o el de la cabra o el del cigarro en el ojo que para eso si sois expertos en tener tontosssssssssss 🤡🤡