Camarasa: "Después de todo este tiempo no puedo estar más feliz"

Víctor Camarasa volvió este viernes a vestirse de corto en el amistoso que el Real Betis disputó contra la Atalanta en el Benito Villamarín. Un momento muy especial para el valenciano que jugaba 305 días después. "Después de todo este tiempo no puedo estar más feliz. Más que nada, por las sensaciones. Me queda mucho de ritmo, pero estoy contento", decía.

El centrocampista, en declaraciones a los medios oficiales del Betis, no escondía que se trataba de un momento muy deseado. "Soñaba con poder disfrutar desde dentro, la rodilla está bien", indicaba Camarasa para añadir: "Es un primer paso, me queda muchísimo. No estar en dos años dentro del campo cuesta un montón. Tengo que entender el ritmo del juego. Soy repetitivo, pero cuesta asimilarlo. Solo me queda seguir trabajando más".

"Después del parón por el Mundial viene otra vez lo duro, jugar cada tres o cuatro días. Ahora nos centramos en el partido del día 29 ante el Athletic y, luego, en la Copa", afirmaba Camarasa, ya a nivel colectivo, sobre el siguiente compromiso del Betis, el primero tras el parón por el Mundial. 

Largo camino

El centrocampista regresaba este viernes a un terreno de juego después de 305 días en el dique seco por una grave lesión en el tendón rotuliano. Había que remontarse al 21 de enero de este mismo año para vislumbrar su última aparición en un campo de fútbol, cuando disputase unos minutos en el triunfo a domicilio ante el Espanyol. Una grata noticia para el jugador, que por fin ve la luz al final del túnel.

Desde 2019 prácticamente ha encadenado una lesión tras otra. Primero fue el muslo, una gravísima lesión de rodilla, más tarde sufrió molestias en la corva... y en última instancia tuvo que pasar por quirófano por una nueva lesión en el tendón rotuliano. En total son más de 600 los días que ha estado de baja desde su llegada al Real Betis.