Frustración
La frustración y el desencanto son el estado de ánimo dominante en el Real Betis tras haber quedado eliminado en el plazo de seis días en la semifinal de la Supercopa de España ante el Barcelona y en los octavos de final de la Copa del Rey frente a Osasuna en sendas tandas de penaltis.
"Sin lugar a dudas fue una semana muy dura" y "frustrante", sentenció el entrenador del Betis, el chileno Manuel Pellegrini, tras el varapalo sufrido en el Benito Villamarín ante los de Jagoba Arrasate después de dos ventajas béticas neutralizadas por los navarros y la segunda prórroga en una semana en las piernas de los futbolistas.
Llegaba el Betis ante los suyos después de un gran papel ante el Barcelona en Riad y, cuando parecía tener en la mano el pase a cuartos de la Copa del Rey, Osasuna empató en el minuto 92 y, ya en la prórroga, volvió a neutralizar un gol del franco-senegalés Youssouf Sabaly en el 106 de un partido que se decidió finalmente en los penaltis.
La derrota más inesperada en el Betis
La de anoche fue una derrota que hizo más mella que la de Riad, donde el Betis fue el que empataba las ventajas barcelonistas y por el juego desplegado, y por el hecho de que los de Pellegrini caían de forma tempranera en la defensa del título copero logrado el pasado abril ante el Valencia en el estadio de La Cartuja.
Además del varapalo anímico, la semana 'horribilis' verdiblanca deja secuelas físicas en las piernas de los juugadores tras los más de 240 minutos de las dos eliminatorias, que han dejado lesionados de enjundia como el centrocampista francés Nabil Fekir, que tendrá que estar de baja al menos tres semanas por una rotura en el sóleo, y el delantero Juanmi Jiménez, con secuelas de su operación de tobillo pendientes de diagnóstico.
Junto a ellos, el parte de 'tocados' previo al duelo ante Osasuna se completaba con el portero portugués Rui Silva, con una pequeña dolencia muscular; el capitán Joaquín Sánchez, quien ya no pudo jugar la Supercopa; y el canterano hispano-argentino Juan Cruz Díaz, que ha tenido un retroceso" en la recuperación de su lesión muscular.
Se queda el Betis a estas alturas de la temporada con el cincuenta por ciento de sus objetivos al haber sido apeado de dos de las cuatro competiciones en las que estaba inmerso y quedarle ahora los objetivos de la clasificación europea en Liga y llegar lo más lejos posible en Liga Europa a partir de marzo.
Una revancha inmediata
Tras la noche aciaga ante Osasuna, Pellegrini tiene ante sí cuarenta y ocho horas para asimilar y superar "el golpe físico y anímico" y preparar su vuelta a la Liga el próximo sábado ante el Espanyol en el RCD Stadium, duelo para el que recupera al mexicano Andrés Guardado, quien no jugó en Copa por su expulsión por doble amonestación en la Supercopa, y no podrá contar con el central italo-brasileño Luiz Felipe Ramos, sancionado.
"Nos quedamos fuera de dos competiciones cuando queríamos seguir, sobre todo en la Copa jugando en casa. Tenemos que seguir jugando por los puestos en LaLiga y en marzo vendrá la Europa League. Ahora estaremos un poco más frescos tras la cantidad de partidos que veníamos jugando", explicó el chileno después de la eliminación.
Para ello, el Betis vuelve este jueves a entrenar en una sesión más de recuperación que de otra cosa y en la que, según desveló el técnico, empieza otra fase de la temporada ante los 'pericos' y tienen "que ir a buscar los puntos".
"Lo vamos a ver en los próximos dos días que tenemos para prepararlo. Veremos quiénes están más recuperados desde el punto de vista físico y anímico. Veremos cuál es el mejor equipo para hacer una buena presentación ante el Espanyol", apuntó Pellegrini.
Del estado de ánimo reinante en el equipo verdiblanco, hablan de forma elocuente algunos de los mensajes de la cuenta oficial de la entidad, concomitantes con lo expresado por el entrenador de Santiago: 'Duele, pero este equipo se ha levantado muchas veces' o 'no hay tiempo para lamentos. A esta temporada le quedan muchos capítulos por escribir. Espanyol, Espanyol y Espanyol'.