La manta de Pellegrini se queda (otra vez) corta
Cuando no son los pies, es la cabeza. Cuando no es el ataque, es la defensa. Manuel Pellegrini, entrenador del Real Betis, afrontó la previa del encuentro de este pasado sábado admitiendo un pequeño cambio en su equipo respecto al pasado curso, una mejoría defensiva contra la pérdida de eficacia ofensiva y esta vez, cuando su equipo volvió a oler sangre, se olvidó de defender.
Apenas ha pasado esta temporada. El Real Betis ha recibido tres goles o más este curso en solo dos encuentros oficiales (Valencia, 3-0; Celta, 3-4). Dos goles, en un mismo encuentro, solo se los han marcado FC Barcelona (1-2), Atlético de Madrid (1-2), Ludogorets (3-2) y Real Madrid (2-1). Los números defensivos no engañan, pero en ataque tampoco lo hacen.
El Betis suma este curso 24 goles a favor tras 20 encuentros disputados, cifra lejana de la del pasado año a estas alturas, que había marcado 33 tantos. Y para una vez que recuerda al del pasado año, se olvidó de defender.
Más allá de polémicas, decisiones inexplicables y actuaciones de dudosa moralidad, la realidad es que el Betis este pasado sábado acertó como (casi) nunca este año, pero defendió, cometió errores individuales como (casi) nunca este curso. La manta se volvió a quedar corta.
Manuel Pellegrini necesita recuperar, además de cordura, el equilibrio que permitió al Betis ser uno de los equipos más regulares la pasada temporada. Los argumentos en ataque son prácticamente los mismos que el pasado año y en defensa, más allá de sus expulsiones, Luiz Felipe ha conseguido dar sobriedad a la zaga en momentos claves.
La manta tiene que tirar un poco más, tapar pies y cabeza, para que este Betis vuelva a recuperar la esencia, en lo colectivo y en lo individual, que le llevó a triunfar el pasado año.