Yo soy de la Quinta de Joaquín
Dicen que muchos momentos de nuestras vidas no pasan por casualidad, aunque lo parezcan. Y aquí vengo a contar algunos de esos momentos que parecen casuales, pero no lo son. Claro que no lo son. El gran protagonista es Don Joaquín Sánchez y el segundo quien escribe estas líneas. Porque yo siempre podré decir que vi jugar a Joaquín y también podré decir que los dos somos de la misma quinta. Eso no me lo quita nadie.
El adiós del portuense da para un texto interminable, por lo que ha dado como futbolista y, sobre todo, como persona. Anécdotas, vivencias y muchas sonrisas, con buenos y malos momentos. Aquí reflejaré lo que pocos saben y que alguno quiera saber, con el año 1981 como referencia. Mi año de nacimiento, el año de nacimiento de Joaquín y el de otros muchos profesionales del fútbol y del deporte. Lógicamente, en ese grupo soy un mero afortunado de pertenecer a la misma quinta, aunque lo que yo he ganado en mi vida no lo tiene ninguno de ellos. Ahí están también Rubén Castro, Iker Casillas, Zlatan Ibrahimovic, Fernando Alonso, David Villa, Xabi Alonso… No está mal la quinta, Hulio.
Casualmente, curiosamente, Joaquín se estrenó como profesional del Betis en Santiago de Compostela un 3 de septiembre, el día que aparece en mi DNI como fecha de nacimiento. Un día que Joaquín nunca olvidará ni yo tampoco. Y hasta algún compañero y amigo periodista puede decir lo mismo. Las casualidades de la vida. “Tú y yo nos llevamos unos meses y fíjate cómo estamos los dos, la diferencia que hay”, me dijo Joaquín durante una pretemporada hace unos años. Él, fino, fino. Yo, ya con barriguita. Y ahí ha seguido el tío. Y aquí sigo yo.
Porque Joaquín estuve, está y siempre estará ahí. Para lo que uno quiera. No es sólo Joaquín el de los chistes, más quisiera quien critica eso tener tanto cariño de la gente. Joaquín es el que ha hecho grande al Betis, Joaquín es uno de los jugadores más queridos por todos. En Sevilla y en España. Joaquín es aquel que un día nos dijo sí a un publirreportaje de una inmobiliaria sevillana sin dar un problema. Ni tan siquiera cuando llegó al barrio de El Cerro y vio a miles de personas esperando puso alguna pega. Ése es Joaquín. Una firma, otra, otra... Una foto, otra, otra… Gracias por todo. Gracias por tanto, Joaqui.