Aficionados del Betis acuden al Villamarín con un bocadillo de tres metros: "Antiguamente lo amarrábamos con bragas"
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La historia del bocadillo bético de tres metros y medio
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Antonio Orozco, el panadero, nos cuenta su singular historia
En la previa del Betis - Mallorca nos hemos encontrado con una curiosa historia, la de una peña bética de la provincia de Cádiz que acudía al Benito Villamarín con un bocadillo de tres metros y medio para repartir entre los aficionados. En ElDesmarque hemos hablado con Antonio Orozco, el panadero y creador de tal maravilla, quien nos ha contado la curiosa historia que hay detrás de semejante manjar.
Suelen traerlo unas dos veces por temporada, una tradición que llevan haciendo años y años y es que, tal y como Antonio nos cuenta, la primera vez que trajo el bocadillo, Emilio Butragueño jugaba en el Real Madrid. El 'Buitre' quedó maravillado al ver semejante obra de arte. Y desde entonces, han seguido manteniendo esta tradición. El panadero nos cuenta como, antiguamente, el Real Betis le dejaba entrar con el bocadillo al estadio, pero hace ya varios años que no es posible, por ello, lo reparten justo a la entrada del Benito Villamarín, antes de acceder a las gradas.
Un aficionado del Betis monta un bocadillo de tres metros y medio
Hacer un bocadillo de tres metros y medio y que no se parta es ardua tarea, por ello, se colocan tablas bajo el bocadillo para que este no se rompa. Se hace de dos veces y posteriormente se empalman los extremos. Antonio asegura que se puede hacer hasta "de diez o quince metros" de largo. Nos cuenta también como, el primer año que lo trajo, utilizó "bragas de dos o tres mujeres" para poder amarrarlo y transportarlo hasta el estadio. Sin duda, una curiosa historia y es que la afición del Real Betis es pura magia.
Recuerdo perfectamente a este señor y sus bocadillos, era yo un pequeñajo , pero tengo en mente ese bocadillo y un señor con una bota de vino de grandes dimensiones repartir los bocadillos y la bota en el descanso del R. Betis. Antes , cuando se era civilizado se podía hacer todo lo que no se puede hacer ahora y no había problemas de nada. Los problemas vienen ahora y con ellos las prohibiciones. Que triste es ver como desevolucionamos en vez de mejorar.