El plan de movilidad para llegar al nuevo Benito Villamarín

El acceso al Benito Villamarín, al nuevo una vez que sea remodelado, es una de las cuestiones capitales en las que el Real Betis viene trabajando. Un estadio que mantendrá su capacidad de 60.000 espectadores, con una nueva fisonomía y que busca también dar solución a la llegada de la enorme cantidad de aficionados que acuden a cada cita.

El asunto ha sido esbozado este miércoles en un encuentro informativo que el Betis ha mantenido con los medios de comunicación y en los que han estado presentes el consejero Ozgur Unay, Federico Martínez Feria, director general corporativo del club, así como Javier Doña, director del proyecto del Benito Villamarín, en el que ya se realizan prospecciones para la obra que podría comenzar a principios de año.

El espacio de la explanada, que contará con un edificio anexo y una plaza, contará con unos 400 aparcamientos soterrados que se unirán a los 400 ya existentes. Sin embargo, la idea pasa porque la mayoría de los aficionados béticos acudan al estadio con transporte público. Un asunto tratado en las distintas reuniones que el Betis mantiene con los organismos públicos competentes.

Las obras del nuevo Benito Villamarín planean estar finalizadas para el año 2027. Unos años después, para el año 2030, podría llegar una de las paradas de metro principales de la línea 3. Una solución que aliviaría el tráfico de la zona y que supondría una importante ayuda para descongestionar las largas esperas para llegar y marcharse de los partidos.

Otra solución planteada y tratada con el Ayuntamiento de Sevilla es crear una especie de lanzaderas de autobuses con TUSSAM. Implicaría la creación de bolsas de aparcamientos en puntos aún por concretar alejados del propio Benito Villamarín y que desde allí estos vehículos especiales trasladaran a los aficionados al estadio.

El club tiene constancia de que más de la mitad de los abonados actuales acuden al templo heliopolitano desde fuera del denominado perímetro de la ciudad de Sevilla. De ahí la preocupación por encontrar alternativas, con la opción también de mejorar la frecuencia de trenes.

Cierto es que el aforo al ser el mismo no incrementaría en los días de partido la presión existente, pero el de los accesos es un problema que viene de lejos y que en la idea del nuevo Benito Villamarín se pretende mejorar.

Reuniones con vecinos, organismos públicos y la botellona

El Real Betis ha mantenido durante los últimos meses diferentes reuniones con colectivos vecinales de la zona, Ayuntamiento y grupos políticos representados en el consistorio hispalense. Uno de los asuntos candentes, a la hora de tratar detalles del nuevo Benito Villamarín, es el de los problemas derivados de las botellonas en los días previos del encuentro.

Históricamente se trasladó de la calle Tajo, al parque Guadaíra y recientemente a una esplanada que se ha habilitado frente a la Ciudad Deportiva Luis del Sol. Sin embargo, el plan del nuevo estadio pretende descongestionar esas zonas con una oferta de servicios de restauración para los aficionados, que incluso podrían consumir alcohol junto al estadio en la denominada 'zona de pretornos'.