Jerarquía y economía

El Real Betis se va de vacaciones hasta el 8 de julio clasificado para la Liga Conferencia, séptimo con 57 puntos, y lo hace, como todos los años, inmerso en un proceso de remodelación de su plantilla en el que intentará armonizar la jerarquía de jugadores con peso específico en el plantel con la ajustada economía de la entidad.

Será la quinta temporada del chileno Manuel Pellegrini en el banquillo verdiblanco y la de su cuarta clasificación europea consecutiva, para la ronda previa de la Liga Conferencia, "quizás" una competición más acorde a los límites del plantel que dirige y que permitiría "llegar más lejos que en otras ocasiones", según dijo.

Pellegrini no se tapa en lo que le concierne y entra en asuntos espinosos para otros como la repercusión de los traspasos en la confección de su plantilla y en las exigencias externas de lograr determinados objetivos, aspecto en el que baja el balón al suelo y mantiene, realista, que en la Liga Europa lo han intentado por tres veces y no han "podido pasar de fase".

Por ello, antes del epílogo liguero ante el Real Madrid (0-0) reivindicó el papel de su equipo en este año después de que se vendieran jugadores por sesenta millones de euros y se compraran por veinte, y que pese a este desfase "el equipo ha dado la cara".

Nombres propio

También incidió en esta circunstancia tras el choque en el Santiago Bernabéu al señalar que quería "el mejor plantel posible" y que, "por distintos factores se han ido yendo líderes del vestuario como (Sergio) Canales, Joaquín (Sánchez), (Andrés) Guardado o (Claudio) Bravo".

"Veremos la jerarquía que se le puede dar al plantel, que estará relacionado con la economía del club”, aseveró el técnico de Santiago, viejo zorro de los banquillos y, por ello, escéptico sobre los dimes y diretes y la rumorología del verano que hace que, según ilustró, habría una veintena de futbolistas entre los que salen y entran.

Defiende Pellegrini futbolistas con ascendencia en el vestuario y repercusión diferencial en el juego como los que ya se han ido, los que se quedan como Isco Alarcón, sobre todos como eje de su juego; y otros sobre los que se cierne la rumorología como el portugués William Carvalho o el argentino Germán Pezzella, entre otros.

Por este mismo motivo, el entrenador santiaguino entra al trapo cada vez que sale uno de los nombres básicos en sus esquemas pese a los altibajos en su rendimiento derivados de sus problemas físicos, como es el caso del francés Nabil Fekir, cuya continuidad defiende a machamartillo porque "jugadores como Nabil son difíciles de encontrar".

Además de Claudio Bravo y el central griego Sokratis Papastathopoulos, quienes se despidieron ante el Real Madrid, ya ha confirmado el chileno las salidas del zaguero marroquí Chadi Riad, quien este lunes pasa reconocimiento médico previo a su traspaso al Crystal Palace inglés, y la venta del lateral izquierdo brasileño Abner Vinicius.

Otro jugador que está en la rampa de salida es el mediocentro argentino Guido Rodríguez, una de las claves del juego del Betis de Pellegrini en sus cuatro clasificaciones europeas y la consecución de la Copa del Rey y quien ha rechazado las ofertas de renovación que le ha presentado el club al terminar contrato el próximo 30 de junio, circunstancia en la que también se encuentra el lateral izquierdo Juan Miranda.

El Betis deberá resolver el destino de los jugadores con contrato en vigor y que regresan a su disciplina como Juanmi Jiménez, quien ha terminado su temporada en el descendido Cádiz tras una cesión en el Al Ittihad saudí; Borja Iglesias, en el Bayer Leverkussen de Xabi Alonso; Rober González, en el NEC Nimega holandés y Álex Collado, quien ha jugado a préstamo en el Al-Okhdood saudí.

En el lado opuesto está el centrocampista Marc Roca, quien llegó el pasado verano en calidad de cedido desde el Leeds United inglés y al que la derrota de su equipo ante Southampton en el duelo decisivo para el ascenso a la Premier Legue podría facilitar su continuidad un año más en el Benito Villamarín.

No será hasta el 8 de julio, sino hasta el mismo comienzo de la temporada cuando no deje de haber entradas y salidas en el quinto proyecto de Pellegrini, defensor como pocos de que los rendimientos a largo plazo los condicionan los presupuestos y de que, salvo contadísimas excepciones, es difícil que un futbolista de veinte sea suplido por uno de dos: jerarquía y economía .