Puede que fuese, al menos en términos informativos, una de las imágenes más esperadas del fin de semana. Dani Ceballos, tras el enésimo mercado relacionado con el Real Betis, se reencontraría este sábado con el Benito Villamarín, con el Real Betis, y lo haría, posiblemente, en el mejor momento de su carrera en el Real Madrid. Su lesión, sin embargo, lo rompió todo: unas lágrimas y un sentimiento que no pudo salir.
Apenas quedaban unos minutos de encuentro cuando Dani Ceballos abandonaba, tapándose la cara con su propia camiseta, el césped del Reale Arena. El de Utrera rompía con lágrimas sabiendo que, las pruebas de este jueves, confirmarían lo peor.
El futbolista, como os hemos contado en ElDesmarque, pasó una noche realmente complicada, pensando en que todo podría ser altamente grave y, por si fuese poco, sabiendo que no podría jugar uno de los encuentros que más le motivaba en esta recta final.
Dani Ceballos tenía en su agenda apuntada la visita al Benito Villamarín como uno de los grandes encuentros del curso. Sabía que el recibimiento no sería sencillo, pero que su familia le seguiría de cerca, podía estar con ellos, pero su lesión lo ha roto todo.
Curiosamente, esta cita apuntaba a ser la primera que Dani Ceballos visitaba al Real Betis siendo importante, prácticamente indiscutible, en el Real Madrid. Hasta ahora, sus encuentros en el Benito Villamarín no habían superado los 20' sobre el césped y este sábado debía jugar muchos más.
Muy triste por no poder ayudar a mi equipo en este tramo tan importante de la temporada. Y muy triste por tener que parar en el que sentía que era mi mejor momento…
Pero el fútbol es así, no siempre es fácil, y mucho menos justo. Así que toca afrontarlo con fuerzas, con ganas… pic.twitter.com/kkA4B4Ksv9
— Daniel Ceballos (@DaniCeballos46) February 27, 2025
El jugador, evidente, no podía ocultar su frustración y su amargura por caer lesionado en su mejor momento, pero también lo hacía sabiendo que esa última carrera, ese último choque, le había dejado sin la oportunidad de firmar un gran encuentro en la que un día fue su casa.
Que se quede en su casa, que es Madrid. Aquí no le queremos.