El gesto de la afición del Betis para consolar a Ez Abde tras su lesión
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Tuvo que pedir el cambio por lesión
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El marroquí estaba siendo el mejor del Betis
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Luis Figo alucina con el himno del Betis y no puede evitar grabar a la grada verdiblanca
El fútbol es capaz de darte la gloria y bajarte a la tierra en un abrir y cerrar de ojos. Ese carrusel de sensaciones es el que experimentó Ez Abde este miércoles, en la final de la Conference League. El marroquí, que estaba firmando el partido de su vida, marcó el gol que abrió el marcador contra el Chelsea y estaba firmando una actuación memorable para los intereses del Real Betis, pero todo se truncó tras el descanso. Poco tiempo después de reanudarse el encuentro, el extremo tuvo que pedir el cambio, pese a que intentó probarse hasta la saciedad.
En los primeros compases de la segunda parte el marroquí ya dejó gestos evidentes de dolor, lo que le generó una leve cojera y muchos problemas a la hora de correr. Lo intentó, se probó y le comentó a Manuel Pellegrini que aguardase unos minutos, pero ese problema no remitió y terminó pidiendo el cambio. Una decisión que a buen seguro le sentó como un jarro de agua fría, sacándole del escaparate y cortándole el que hasta el momento estaba siendo el partido de su vida.
Ez Abde pidió el cambio por lesión
Pero ahí apareció la afición para levantarle. Ez Abde salió justo por detrás de la portería donde estaban ubicados los casi 15.000 hinchas verdiblancos, que quisieron reconocer la actuación del jugador y lo despidieron con una sonora ovación. El marroquí se marchó a vestuarios siendo ovacionado por el beticismo, que a su manera trató de levantar el ánimo de un jugador que se marchó absolutamente destrozado al túnel.
Ez Abde, en señal de agradecimiento, se llevó la mano al corazón, valiéndose de ese aliento para recomponerse de tal mazazo. Curiosamente este mes se cumple un año de su particular profecía. "Quiero y voy a triunfar en el Betis", dijo el marroquí en medio de las dudas que generó en su primer año. Luego renunció a parte de sus vacaciones y se incorporó antes para convencer a Manuel Pellegrini. El tiempo le dio la razón... aunque el Chelsea le dio la vuelta. Fue salir y llegar la crisis del Betis.
