Pablo García se lo pone difícil a Pellegrini

Tenía que ser él. La nueva joya de la cantera. Tenía que ser Pablo García quien lograse el primer gol del Real Betis en el presente verano. El mismo que cerró con un doblete el primer stage de pretemporada el año pasado, cuando ya comenzaba a llamar a la puerta del primer equipo. Un muro que quiere derribar este curso, demostrando por méritos propios que tiene calidad suficiente como para tener muchos más minutos a las órdenes de Manuel Pellegrini. Esta vez solo tardó cinco minutos en abrir el marcador, iniciando el camino del triunfo que luego redondearía Sergi Altimira frente al SC Farense.

Ni quince días de vacaciones ha tenido el joven delantero. Pablo García estuvo junto al primer equipo en la final de la Conference League y de ahí viajó hasta Ponferrada para conquistar la primera Copa de Campeones del juvenil. Luego se incorporó a las órdenes de Paco Gallardo para disputar el Europeo sub19, donde llevó a España hasta la final marcando cuatro goles en las semis contra Alemania. Concluyó la temporada el 26 de junio y en dos semanas después estaba pasando los reconocimientos médicos para desplazarse junto al resto de la expedición a Portugal.

El Betis, con calma con Pablo García

Pablo García renunció a sus vacaciones para ponerse cuanto antes a las órdenes de Manuel Pellegrini. Quiere convencer al entrenador y con actuaciones como la de este sábado va camino de hacerlo. Con vértigo, picardía, talento y gol... mucho gol.

Aun así, en Heliópolis siguen empeñados en frenar toda esa euforia desmedida que rodea su figura. Ni su salto al primer equipo, ni sus increíbles cifras goleadoras en la cantera, ni, más reciente, su Europeo sub 19 con España. El Betis no quiere que nada distraiga a Pablo García, que se pierda por el camino, que no llegue a todo lo que apunta ser.

En la entidad verdiblanca lo último que querrían es que la euforia de su éxito acabe por estropear a uno de los grandes talentos de la cantera y prefieren ir poco a poco. Gestiones como la de Jesús Rodríguez, que tardó un poco más de lo esperado en dar el salto al primer equipo, demuestran que es el camino correcto. Sin prisa, pero sin pausa.