En busca del séptimo alirón postrero

El Real Madrid, ganador de 32 Ligas, tendrá la oportunidad de conseguir su séptimo título en la última jornada si puntúa en La Rosaleda ante el Málaga, con el último precedente hace diez años, cuando ganó al Mallorca en el estadio Santiago Bernabéu.

En seis ocasiones ha vivido una situación similar con final feliz el Real Madrid, como recuerda en su web. La primera ocasión se produjo en 1932 y en un recinto especial, la casa del eterno enemigo. Fue el primer empate de la historia del clásico del fútbol español, a dos frente al Barcelona, y sirvió para dar el título a los madridistas y dejar en el segundo lugar al Athletic Club, en una competición corta por entonces, en la que el equipo dirigido por Lipp Hertzka, no perdió en ninguno de los 18 encuentros que disputaron.
En 1965, llegó la segunda vez con título en la última jornada para el Real Madrid, que vencía 0-1 en casa del Sevilla gracias a un tanto de la leyenda Ferenc Puskas. Le otorgaba el que por entonces era undécimo título liguero y se imponía en el pulso por el primer puesto al Atlético de Madrid.
La primera ocasión que el conjunto madridista conquistó una Liga en la última jornada de local llegó en 1972. Lo hizo con goleada al Sevilla (4-1) para certificar su liderato en una pelea por el trofeo con Valencia y Barcelona. Era la decimoquinta liga blanca que llegaba gracias a los goles de Amancio Amaro, Carlos Santillana y el doblete de José Martínez 'Pirri'.
Volvía a ser protagonista goleador Pirri en la siguiente Liga decidida a última hora a favor madridista, en 1980, marcando en el triunfo 3-1 frente al Athletic Club. Permitía dejar segunda a la Real Sociedad y la conquista de la vigésima Liga.
La época de los galácticos también dejó una Liga con buen sabor final, la de 2003. De nuevo el rival fue el Athletic Club y el resultado otro 3-1 con goles de brasileños que hicieron historia de blanco, Roberto Carlos y un doblete de Ronaldo Nazario.
Y el último precedente llegó en 2007 frente al Mallorca en un encuentro que parecía sencillo pero que se le complicó al Real Madrid y acabó con final feliz tras una buena dosis de sufrimiento. Tuvieron que remontar en un día en el que se disfrazó de héroe José Antonio Reyes y también marcó Mahamadou Diarra para el 3-1 que daba el título al equipo dirigido por Fabio Capello, empatado a puntos con el Barcelona. A ocho minutos del final llegaba ese tanto de Reyes que por diferencia de goles coronaba primero a los madridistas.