Omnipresente
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Si hubo un futbolista del Real Madrid que se coronó en el Parque de los Príncipes parisino ese fue Casemiro. Ante las críticas en algunos partidos de la temporada, el brasileño se multiplicó para convertirse en uno de los héroes de la noche.
Desde el minuto 1 al 90, el internacional con la 'canarinha' estuvo en todas las partes del campo, tanto en defensa como en ataque, para anular completamente el juego del PSG que no creó ni una sola ocasión llegando por un centro del campo en el que el doble pivote Casemiro-Kovacic colocó una muralla imbatible.
El pivote dio una lección de lo que debe ser un mediocentro defensivo en un equipo tan aficionado a romperse como el Real Madrid. No dejó ni un solo hueco y estuvo atento para cortar todo balón que llegaba a su radar. Como uno en el que le rebañó la pelota a Verratti antes de que el italiano le derribase para ver la primera de las amarillas que le mandaron a vestuarios antes de tiempo.
Por si todo esto fuera poco, su partidazo lo cerró con un gol para terminar de matar la eliminatoria. Casemiro recibió un balón suelto en el área y disparó para batir a Areola después de que la pelota golpease en un defensor local.