Vuelta a los lunes y nueva batalla por el amor propio
El Leganés, con la salvación casi cerrada tras sumar 40 puntos, busca la victoria que le permita redondear su temporada y mantener vivo el complicado sueño de alcanzar competición europea, ante un Real Madrid imprevisible sin carácter competitivo que cuenta los partidos para el final.
Todo tiene sabor a castigo en el final de una temporada para el olvido del Real Madrid. Jugar un lunes, cuatro años y medio después, con el único aliciente de pelear por la segunda plaza con un Atlético de Madrid que ganó su partido, provoca que solo el amor propio de los futbolistas madridistas se ponga en juego en Butarque, estadio donde siempre ganaron hasta que este curso cayeron en Copa del Rey en un choque condicionado por el resultado a favor de la ida.
Ochos días sin competir. Una semana larguísima de entrenamientos en la ciudad deportiva de Valdebebas que dejó la recuperación total de un Dani Carvajal listo para su regreso tras mes y medio de baja, pero la baja de Sergio Ramos por un problema de sóleo.
La ausencia del capitán en la zaga, que será cubierta por Nacho Fernández, se suma a la de Thibaut Courtois en portería y Vinicius en ataque. Tampoco estará Toni Kroos, ausente en el último entrenamiento por una gastroenteritis.
No es descartable que en portería vuelva a aparecer Luca Zidane. En el centro del campo habría opciones para Isco retrasando su posición o Dani Ceballos, y en el tridente ofensivo todo apunta a una nueva oportunidad de brillar a Gareth Bale en los que se perfilan como últimos partidos de blanco.
El Leganés encadena tres jornadas sin perder, dos de ellas a domicilio, y pretenden dar continuidad a esa racha así como fortalecer la solidez que han demostrado como locales, pues solo han perdido dos duelo oficiales en Butarque durante este curso.
De hecho el Real Madrid ya sabe lo que es caer allí como visitante de manera reciente pues fueron derrotados por 1-0 con gol de Martin Braithwaite en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey.
Esa ha sido una de las dos victorias logradas por los leganenses en once precedentes. La otra llegó en enero del 2018, en la vuelta de los cuartos de la competición copera (1-2) y Zidane la recuerda como uno de los momentos más amargos de su primera etapa en el banquillo blanco.
De cara a esta cita el equipo llega con la baja de Alexander Szymanowski por lesión. Además son dudas José Manuel Arnaiz por un proceso gripal y Youssef En-Nesyri, quien ha vuelto a entrenar con el grupo tras superar unos problemas en la rodilla. Se lo pierden por la 'cláusula del miedo' el centrocampista Óscar Rodríguez y el portero ucraniano Andryi Lunin.
En cambio el técnico Mauricio Pellegrino podrá volver a contar con el delantero argentino Guido Carrillo después de que este cumpliera ante el Alavés un partido de sanción por acumulación de amonestaciones.