Nos vemos en el Bernabéu
"Nos vemos en el Bernabéu", parecieron decirse Eden Hazard y Luka Jovic durante un cruce de miradas y una media sonrisa en el choque de manos del Chelsea-Eintracht que duró lo que duran los saludos previos a una semifinal europea.
Chelsea y Eintracht de Fráncfort saltaron a Stamford Bridge con la final de Bakú en juego (1-1 en la ida). En contextos similares, el fútbol estaría por encima de todo, pero el belga y el serbio ya eran protagonistas antes del silbido inicial, tal y como lo llevan siendo las últimas semanas, que han llevado sus nombres a copar portadas y tertulias en España.
El extremo belga es el deseo de Florentino Pérez, Zinedine Zidane y medio madridismo casi desde que se consagró como estrella mundial. Antes de cumplir sus sueños de aterrizar en el Bernabéu, Eden quiso completar un último servicio defendiendo la camiseta 'blue' devolviendo al Chelsea a otra final europea para consagrar el monopolio de Inglaterra sobre el fútbol continental.
Por su parte, el delantero del Eintracht es una de las sensaciones de la temporada, pretendido por media Europa por su olfato, su movilidad y su capacidad para rematar con cualquier parte del cuerpo. Diez goles en 14 partidos de Europa League le avalan -iguala las cifras de Giroud, actual pichichi de la competición-, así como los 17 anotados en Liga alemana.
A falta de comprobar su complementariedad formando pareja en la punta de lanza madridista, sus cualidades están al nivel de los mejores jugadores que integran los clubes con máximas aspiraciones europeas. De hecho, ambos dejaron su firma en una eliminatoria que se alargó hasta los penaltis.
Jovic, por su parte, anotó en ambos duelos, demostrando la infinidad de registros de los que dispone para alojar el balón entre las redes en las grandes noches, pero fue Eden Hazard quien terminó consagrándose como el héroe de la noche.
A pesar de ser suplente en la ida, en la que el belga salió desde el banquillo, en la vuelta de Londres dio la asistencia a Loftus-Cheek que sirvió para forzar la prórroga y la tanda de penaltis que él mismo terminaría cerrando, con la anotación del último y definitivo lanzamiento que otorga el pase del Chelsea a la final de Bakú, en la que ya espera el Arsenal. Después, serán los madridistas quienes esperarán a ambas estrellas para recibirles con los brazos abiertos.