Los problemas del Real Madrid ya manchan a Zidane
La puesta en escena en el estadio Santiago Bernabéu devolvió al Real Madrid a la realidad. La victoria y la imagen de Vigo fue un espejismo. El Real Madrid volvió a mostrar el talante del pasado año y a las dudas de la pretemporada. Amparado en la vieja guardia y con James Rodríguez como aparente aliciente, el conjunto de Zinedine Zidane se atascó en su campo frente el Real Valladolid.
El estadio está en obras y el equipo también. Al equipo blanco le tiemblan las piernas al mínimo contratiempo. Carece de seguridad, de profundidad y de gol. El cierre del mercado es una esperanza para su seguidor. Y todo ello se cierne sobre la imagen del Zinedine Zidane.
El técnico blanco cree en su trabajo y ha conseguido la recuperación de Gareth Bale y James Rodríguez. Tanto el galés como el colombiano han demostrado un buen rendimiento en los minutos que Zidane les ha dado. Pero aún queda mucho trabajo por delante. En la parte menos positiva aparecen jugadores como Vinícius o Hazard. El primero ha perdido la chispa con la que ilusionó al madridismo a principios de la temporada pasada. El segundo aún no ha encontrado la magia necesaria que pude cambiar el rumbo del equipo.
Es cierto que pudo ganar ante el Real Valladolid. Ocasiones tuvo para ello. Pero adolece de un jugador que marque diferencias. Que desequilibre en los momentos de espesura. Pareció serlo Karim Benzema, el mejor del pasado curso que a ocho minutos del final puso por delante a los blancos. No le bastó con eso.
Zidane tendrá que seguir trabajando, sin la guinda del pastel Paul Pogba (de momento), para cambiar el camino del equipo blanco. El galo aún tiene crédito y por delante se presenta un mes de septiembre que puede despejar todos los fantasmas. Villarreal, Levante, Sevilla y Atlético de Madrid pondrán a prueba la nueva era de Zidane.