Uno de los jugadores que no dejó de sonar durante buena parte de la pasada temporada para abandonar el Real Madrid este verano fue Isco Alarcón. La llegada de Santiago Solari en sustitución de Julen Lopetegui le tuvo más de media temporada en el banquillo. Con el argentino, Isco solo fue titular en tres ocasiones. Y todo apuntaba a que si todo seguía igual sería uno de los primeros en enfilar la rampa de salida.
Además, en la planta noble hace tiempo que no confían en Alarcón. No olvidan que se dejara querer por el Barça cuando estaba negociando su renovación con el Madrid y utilizara este affaire para elevar la oferta blanca.
Pero llegó Zidane y el panorama cambió para el crack. El andaluz empezó desde el inicio en seis de los 11 partidos que el galo dirigió al equipo. Una confianza que se convirtió en el clavo ardiendo para el jugador, que bajo ningún concepto se quería ir.
El futbolista acaba de ser padre por segunda vez con Sara Sálamo y sus intenciones no pasaban por otro camino que no fuera seguir en la capital. En Madrid tiene a los suyos cerca para cuando los pueda necesitar.
Pero ello no quiere decir que desde la cúpula hayan mantenido conversaciones. Todo lo contrario. Las ha habido. Los responsables han intentado ofrecer sus servicios a más de un club como el Manchester City, capaz de asumir su fichaje y su sueldo. De hecho, se conoce que Pep Guardiola ha estado interesado en sus servicios en alguna ocasión. Pero como el de Santpedor, ningún club se ha interesado por el de Arroyo de la Miel.
El mejor Isco hace tiempo que no aparece por los terrenos de juego y su bajo estado de forma viene siendo una evidencia desde hace tiempo. Fuentes cercanas al Madrid revelaron el curso pasado que el centrocampista incluso se saltaba la regla de la báscula de Solari, que consistía en un control de peso semanal.
Un mal físico que se confirma con la lesión muscular en el bíceps femoral derecho y que le tiene de baja desde finales de agosto. Veremos cómo (y cuándo) vuelve el ex del Málaga.