¿Qué fue de la Copa del Rey que se le cayó a Sergio Ramos del autobús del Real Madrid?

El éxito de una temporada reside en ganar un título. No hay nada como el éxtasis de levantar al cielo el trofeo correspondiente y la posterior celebración con tus aficionados. Esta euforia desmedida le pasó factura en 2011 a Sergio Ramos, al que se le cayó del autobús del Real Madrid la Copa del Rey que le habían ganado al FC Barcelona.

Esto fue un momento histórico que dio la vuelta al mundo, como no podía ser de otra forma. Han pasado ya más de ocho años de este suceso y la pregunta es ¿dónde está esa Copa del Rey que se cayó de más de cuatro metros de altura a Sergio Ramos y que encima atropelló el vehículo?

Lejos de lo que pudiera esperase, este trofeo está expuesto en el Museo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) situado en Las Rozas. Como se puede ver en el vídeo y en la foto, la Copa está completamente destrozada, pero no se puede dudar que fue un acierto tenerla expuesta. Al final, ella también es historia del fútbol español.

En su momento, Sergio Ramos bromeó en su cuenta de Twitter tras lo ocurrido, algo que seguro que jamás olvidará y que siempre le recordarán: "Lo de la Copa fue un malentendido: no se cayó, saltó ella cuando llegó a Cibeles y vio tantos madridistas...".

Así se solucionó el 'lanzamiento' de Sergio Ramos

Federico Alegre siguió la tradición familiar de hacer y restaurar la copa del Rey. Es una persona precavida y, por suerte, solucionó rápido este lío que formó Sergio Ramos al tener siempre hecha una réplica. En una entrevista en el Diario AS, explicó así cómo vivió el accidente de su querido título:

"Venía de Valencia con mi sobrino. Estábamos a 70 kilómetros de Madrid y nos enteramos por la radio del percance. Cuando me di cuenta de que no era una broma, pisé el pie derecho y tiré al Bernabéu. Llevaba la réplica en el maletero. Le pedí por favor al de seguridad entrar al parking. Me vio la cara y me dejó. Llegué tres minutos antes que el autobús descapotable. Bajó Herrerín con Dudek y vi una caja tapada con una bandera. Me dijo: "Pero ya estáis aquí". Fuimos a su despacho y vi que estaba destrozada. Inmediatamente le entregué la otra para dejarla en el museo".