El Real Madrid y él deberán decidir cómo y cuando: Ancelotti espera
Con la reincorporación el pasado viernes de Gareth Bale a los entrenamientos del Real Madrid, el jugador galés inicia su cuenta atrás en el club blanco. Con un futuro incierto y siempre la misma solución: su salida, tarde o temprano, de la entidad presidida por Florentino Pérez. Ancelotti aguarda a que se desarrollen los acontecimientos.
Con 32 años y en su último año de contrato, y con uno de los sueldos más elevados de la plantilla (cerca de 15 millones de euros netos por temporada), Bale podría abandonar la disciplina blanca o durante el verano o cuando finalice su relación contractual el 30 de junio de 2022.
Por eso, la presencia de Bale en la Ciudad Deportiva de Valdebebas es el pistoletazo de salida para su marcha. Ahora, el Real Madrid y su jugador tendrán que decidir cuándo y cómo. O antes de empezar el curso, o al final. Fuera del club el curso pasado tras jugar cedido en el Tottenham, todo parece indicar, sobre todo por las últimas palabras de su representante, Jonathan Barnett, que Bale quiere, como mínimo, cumplir su año de contrato.
"¿Que Bale se queda en el Madrid? No es una novedad. Eso no es noticia. Dijimos que cumpliría su contrato y también informamos de que no habrá una cesión. Sobre las noticias de rescisión del contrato, son basura", dijo Barnett a la revista 'Madridista Real'.
Por tanto, todo parece indicar que la salida de Bale del Real Madrid, salvo sorpresa, se producirá cuando termine contrato en el próximo mes de junio. Mientras, Ancelotti podría intentar recuperar a un jugador que fue importante en su primera etapa como técnico blanco, en las temporadas 2013/14 y 2014/15.
Tiene trabajo por delante. Ancelotti tiene a jugadores como Isco o Bale que brillaron con él en el banquillo y que sus dos últimos cursos han sido erráticos. En el caso de Bale, en el Tottenham, no convenció ni a José Mourinho ni a su sustituto Ryan Mason. Sin embargo, presentó algunos brotes verdes.
Aunque sólo fue titular en 19 encuentros, Bale firmó 16 tantos en todas las competiciones oficiales. Una cifra nada despreciable y que se acerca a las mejores en el Real Madrid, justo cuando Ancelotti dirigió al equipo blanco en su primera etapa.
En la campaña 2013/14, Bale participó en 44 encuentros y firmó 22 goles. En la siguiente, jugó 48 y anotó 17 dianas. Algunos de sus tantos fueron clave, como el 2-1 en la prórroga de la final de la Liga de Campeones frente al Atlético de Madrid o el 1-2 en la final de la Copa del Rey que derrotó con el Barcelona.
Con esos dos títulos bajo el brazo, más una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes, el binomio Bale-Ancelotti funcionó a la perfección. Ahora, seis años después de la salida del preparador italiano, todo parece indicar que ambos estarán obligados a entenderse. Y, a lo mejor, la ecuación vuelve a funcionar.
Pero es casi seguro que será el último año de Bale. No parece muy factible que salga cedido ni que sea renovado. Y tiene la idea de cumplir su año de contrato. Sea cuál sea la solución a la incógnita, Bale ya luce de blanco en Valdebebas a las órdenes de Ancelotti, que tiene la misión de recuperar a un jugador importante en el pasado.
"No jugó mucho en la Premier pero ha marcado muchos goles, fue muy efectivo cuando tuvo continuidad. Vuelve y le conozco muy bien. Si tiene la motivación para intentar jugar, a lo mejor puede hacer una gran temporada. No tengo duda", dijo el italiano durante su presentación oficial. La cuenta atrás para acabar con las dudas sobre el futuro de Bale, ha comenzado.