Jude Bellingham es el jugador sensación del Real Madrid y del fútbol español. Después de que Florentino Pérez tirase la casa por la ventana por él para traerle rumbo al Santiago Bernabéu, el centrocampista inglés ha respondido a las mil maravillas: máximo goleador del equipo, se ha revalorizado su valor, máximo favorito al Golden Boy y, sobre todo, un amor incondicional por el escudo.
Un nuevo capítulo en las páginas del club blanco con un nuevo galáctico que prefirió marcharse a Madrid en vez de regresar a su país natal para jugar en el vigente campeón de la Premier y la Champions, el Manchester City.
Después de conocerse la jugarreta que hizo el padre del británico al club celeste, La Cadena Ser ha sacado a la luz más detalles de cómo se gestó el rechazo de Jude y las armas que empleó Guardiola para convencerle.
Concretamente, el técnico catalán quiso hacer una táctica basada en la insistencia y empeño en cambiar el deseo que tenía el que era por entonces jugador del Borussia Dortmund por poner rumbo a España.
Cuando el Real Madrid estaba a pocos días de hacer oficial la llegada de Bellingham, el City fue a la desesperada para tener una nueva estrella para un mediocampo en el que posteriormente se fue Gündogan. Según el medio citado anteriormente, Guardiola mantuvo una llamada telefónica con Jude cerca de tres horas.
Un largo tiempo en el que se dedicó a apelar por sus sentimientos para que volviera a Inglaterra, lugar donde no pudo triunfar y en el que le garantizó que allí sería un lugar en el que le respetarían y ovacionarían por todos los campos como una estrella nacional. Sin embargo, también hizo comparaciones económicas y deportivas con el club blanco en el que quiso demostrarle superioridad.
Asegurándole que la Premier League sería un escaparate perfecto por la proyección y calidad futbolística que viviría en una liga rodeada de estrellas y en donde se vería recompensado con nuevos patrocinadores para mejorar su vida financiera. Un reclamo que cogería más fuerza en términos deportivos con dos argumentos que buscaban cambiarle su perspectiva del Real Madrid.
En primer lugar afirmaba que la etapa gloriosa del Real Madrid había llegado a su fin en comparación de un City que por fin se había quitado su maldición en Europa y que podría ser el comienzo de una hegemonía en la Champions League. Además, insistió que la continuidad de veteranos como Modric o Kroos pondría en riesgo su titularidad, algo que tendría garantizado en el Etihad Stadium.
A pesar de que Guardiola trató de convencerle de todas las formas posibles, Jude Bellingham agradeció el interés puesto en él pero le informó que su fichaje por el Real Madrid iba a hacerse realidad. Una decisión que aceptó Guardiola, dándole la enhorabuena y deseándole suerte en su nueva etapa en Chamartín.
Desde entonces, el inglés sigue viviendo un sueño con la camiseta merengue, donde está disfrutando de un comienzo de temporada ilusionante y que ni club ni jugador se arrepienten de haber tomado la decisión de compartir el mismo camino. El Real Madrid le ganó la partida al City y Bellingham demostró que el dinero y la fama no lo es todo en el fútbol moderno.