Álvaro Arbeloa defiende a Iker Bravo en plena polémica con Raúl: "Todo lo que alguien necesita es cariño"

Este lunes se ha conocido la salida definitiva de Iker Bravo del Real Madrid después de dos años de cesión del Bayer Leverkusen y sin que el club blanco haya decidido pagar la opción de compra que tenía sobre él. El joven delantero ha tenido altibajos en su etapa como madridista con su actitud en entredicho en más de una ocasión, siendo Álvaro Arbeloa uno de los pocos que ha logrado sacar su mejor rendimiento, algo a lo que el técnico del Juvenil se ha referido en redes sociales.

Arbeloa, que coincidió con el internacional español en las categorías inferiores en el Juvenil, le ha despedido en su cuenta de Instagram con un mensaje en el que remarca el "cariño" que el jugador necesitaba para demostrar su potencial: "A veces, todo lo que alguien necesita es un poco de cariño para revelar su verdadero talento y grandeza".

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Ahí respondió el propio Iker Bravo agradeciéndole su apoyo: "Gracias por todo siempre Mister, en uno de mis momentos más complicados me tendiste la mano con cariño, confianza y transparencia. Gracias a ti he podido recuperar mi mejor versión y no hay palabras para agradecértelo. Siempre contigo".

Un mensaje, el de Arbeloa que muchos han interpretado como un 'palo' a Raúl González Blanco, técnico del Castilla. Mientras que en el filial Iker Bravo apenas ha tenido oportunidades, sí ha logrado brillar en el Juvenil A que dirige el exdefensa, tanto en División de Honor como en la Youth League.

De hecho, tras su papel secundario en la pasada campaña, el catalán pidió bajar al Juvenil de cara a esta 23/24, algo por lo que señala en una entrevista con As a Arbeloa como parte fundamental: "Arbeloa para mí ha sido como un padre futbolístico. Cuando peor estaba y cuando me sentía incluso perdido, él me dio la mano. Cuando las personas te dan la mano en esos momentos te tienes que acordar de ellos. No estaría aquí sin su ayuda".

"Acabará entrenando en Primera, seguro. Espero que llegue al Madrid. Es un entrenador increíble, sobre todo por cómo empatiza con los jugadores", reflexionó Iker Bravo sobre el que ha sido su técnico durante esta campaña.

Iker Bravo no quiere polémicas con Raúl

En el lado contrario está Raúl González Blanco, que no ha perdonado sus problemas extradeportivos y no quiso contar con él, aunque el jugador 'pasa' de polémicas: "Con Raúl, bien. Yo no tengo ningún problema. Pero sí que es verdad que Arbeloa ha sabido llevarme muchísimo mejor. Me ha sabido entender emocionalmente, se ha parado a hablar conmigo, a preguntarme qué pasaba... Pero con Raúl, bien".

"Tengo una cosa muy clara, en las decisiones de los entrenadores nunca me voy a meter porque cada entrenador tiene su idea. ¿Si pienso que me la merecía? No lo sé. ¿Si me hubiera encantado? Eso seguro. Cuando acaba la liga juvenil, que lo hizo un poco antes, yo le dije al analista y a los preparadores físicos del Castilla, que me llevo genial con ellos: ‘oye, si queréis, podéis contar conmigo’. Pero al final, pues ya tenían su idea hecha. Lo importante era que se salvaran y lo consiguieron", desveló Iker Bravo.

El joven de 19 años se ha defendido de las críticas y ha denunciado la falta de apoyo en los malos momentos: "Pongo un ejemplo. Cuando pasó todo lo de Valladolid, que me expulsaron y el equipo perdió después de dejarle con uno menos, las únicas dos llamadas que tuve fueron las de mi representante, Bibian, y la de mi madre. En cambio, cuando me hago un partidazo contra el Union Berlin en la Youth League, donde marcó dos goles, si te digo que tenía más de 2.000 mensajes en el móvil, no te miento. Al fin y al cabo, es normal. La gente sólo ve lo bueno. De lo malo se apartan un poco, entre comillas. Yo valoro mucho que mi familia, mi agente, mi preparador físico, mis amigos más cercanos y los que siempre han estado, están ahí. Eso es lo que importa".

Ahora, Iker Bravo volverá al Bayer Leverkusen para continuar con una carrera que aún está empezando y en la que quiere avanzar sin polémicas: "Siempre está el tema de las etiquetas. A mí se me puso una, a otro se le pondrá otra... Realmente, las personas que de verdad me conocen saben cómo soy. Al final, incomprendido o no, sí que había muchas ocasiones donde la gente sólo escuchaba lo que quería escuchar".